Un sismo de magnitud 5.7 sorprendió a los habitantes de Acala, Chiapas, la madrugada de este lunes 5 de mayo de 2025, a las 02:28 horas del centro (08:28 UTC). Con un epicentro ubicado 28 km al suroeste de Acala y una profundidad de 269.7 km, el movimiento telúrico fue percibido en varias zonas del estado, aunque hasta el momento no se reportan daños significativos ni víctimas.
Las autoridades mantienen el monitoreo para descartar réplicas, mientras la población ha sido exhortada a permanecer alerta. Este evento pone de nuevo en el foco la alta actividad sísmica de México, un país ubicado en una de las zonas más inestables del planeta.
Área de mayor actividad sísmica en México
El área con mayor actividad sísmica en México corresponde principalmente a la región del sur y suroeste del país, que incluye estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Jalisco. Esta zona es especialmente propensa debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde convergen las placas tectónicas de Cocos, Norteamericana, Pacífica y Caribe.
La subducción de la placa de Cocos bajo la placa Norteamericana genera una constante liberación de energía, lo que resulta en una alta frecuencia de movimientos telúricos. Chiapas, en particular, se destaca por su cercanía a la Trinchera Mesoamericana, un punto de intensa actividad tectónica que ha producido sismos históricos de gran magnitud, como el de 8.2 registrado el 7 de septiembre de 2017 en el golfo de Tehuantepec.
Cantidad de temblores y terremotos
En México se registran en promedio más de 90 sismos al año con magnitudes superiores a 4 grados en la escala de Richter, lo que representa cerca del 60% de los movimientos telúricos globales. Según datos históricos, el país experimenta aproximadamente 40 temblores diarios, la mayoría de baja intensidad y no perceptibles para la población.
Sin embargo, eventos de mayor magnitud, como terremotos superiores a 6 grados, ocurren con menos frecuencia, estimándose entre 7 y 10 al año. Chiapas, por su alta actividad, ha registrado más de 1,100 sismos anuales en las últimas décadas, incluyendo eventos significativos como el de magnitud 8.0 de 2017, que dejó un saldo de 99 fallecidos y miles de damnificados.
Diferencia entre temblor y terremoto
Aunque los términos “temblor” y “terremoto” se usan a menudo indistintamente, existen diferencias clave. Un temblor se refiere a movimientos sísmicos de menor intensidad, generalmente con magnitudes inferiores a 4 o 5 grados, que suelen ser perceptibles pero no causan daños estructurales significativos.
Estos eventos son comunes y forman parte de la actividad tectónica diaria en México. Por otro lado, un terremoto implica un sismo de mayor magnitud, típicamente superior a 5 grados, capaz de generar daños a edificios, infraestructuras y, en casos extremos, pérdidas humanas. Los terremotos suelen estar acompañados de réplicas, mientras que los temblores rara vez lo son, y su impacto depende de factores como la profundidad y la proximidad a zonas pobladas.
Perspectivas y recomendaciones
El sismo en Acala, al ocurrir a una profundidad considerable, tuvo un impacto limitado, pero subraya la necesidad de mantener la preparación en una región sísmica activa. Las autoridades recomiendan revisar hogares en busca de daños, evitar el uso innecesario de teléfonos, no encender velas o cerillos hasta descartar fugas de gas, y estar atentos a posibles réplicas.
La ubicación de México en el Cinturón de Fuego asegura que estos eventos seguirán siendo parte de su realidad geológica, haciendo imprescindible la educación y los simulacros de evacuación para minimizar riesgos.