La ruptura entre Elon Musk y Donald Trump: causas, intereses y consecuencias políticas

La relación entre Elon Musk, el magnate tecnológico detrás de Tesla, SpaceX y X, y Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha pasado de una alianza estratégica a un enfrentamiento público de gran impacto político y económico. Lo que comenzó como una colaboración clave durante la campaña presidencial de 2024 culminó en una ruptura abrupta en junio de 2025, marcada por críticas públicas, acusaciones graves y amenazas económicas.

Este artículo analiza las causas de esta ruptura, los intereses en juego, el posible uso de Musk por parte de Trump para potenciar su campaña y los conflictos de intereses que han emergido, basándose en datos recientes y verificables.

Cronología de la relación y su ruptura

La alianza entre Musk y Trump comenzó a consolidarse en 2024, cuando Musk respaldó oficialmente a Trump tras un intento de asesinato en un acto de campaña en Pensilvania el 13 de julio de 2024. Musk aportó más de 260 millones de dólares a la campaña de Trump a través de su comité de acción política, America PAC, y participó activamente en eventos de campaña, incluyendo un mitin en Pensilvania el 5 de octubre de 2024 y la toma de posesión de Trump el 20 de enero de 2025.

Durante este período, Musk fue nombrado asesor especial del gobierno, liderando el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de recortar el gasto federal.

Sin embargo, las tensiones comenzaron a surgir en 2024 debido a desacuerdos sobre políticas laborales y la eliminación de un mandato de vehículos eléctricos en enero de 2025, que afectó directamente los intereses de Tesla. El punto de inflexión llegó el 27 de mayo de 2025, cuando Musk criticó públicamente el proyecto de ley fiscal de Trump, conocido como el “Big Beautiful Bill”, calificándolo de “abominación repugnante” por su impacto en el déficit federal y la eliminación de créditos fiscales de hasta 7,500 dólares para vehículos eléctricos, un pilar clave para Tesla.

El 28 de mayo de 2025, Musk anunció su salida del gobierno tras 130 días como asesor, un límite impuesto por la ley para cargos no remunerados. La ruptura se intensificó el 5 de junio de 2025, cuando Musk acusó a Trump de estar en los archivos de Jeffrey Epstein, una afirmación sin pruebas que desató una respuesta airada de Trump, quien amenazó con cancelar los contratos gubernamentales de Musk, incluyendo los de SpaceX con la NASA.

Causas de la ruptura

Las causas de la ruptura son multifacéticas, combinando desacuerdos políticos, intereses comerciales y choques personales:

  1. Desacuerdos sobre el proyecto de ley fiscal: El “Big Beautiful Bill” de Trump, aprobado por la Cámara de Representantes y en debate en el Senado, elimina subsidios clave para Tesla, como los créditos fiscales para vehículos eléctricos. Musk, cuya empresa depende en parte de estos incentivos, vio la legislación como una traición a sus intereses comerciales y una amenaza al déficit fiscal, lo que lo llevó a criticarla públicamente.
  2. Conflictos de intereses: Durante la campaña y su tiempo en el DOGE, Musk buscó desregular agencias federales como la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) y la Autoridad Federal de Aviación (FAA), que supervisan a Tesla y SpaceX, respectivamente. Aunque inicialmente Trump apoyó esta agenda desreguladora, la eliminación de subsidios y el rechazo de propuestas como el uso de Starlink para el control del tráfico aéreo generaron fricciones.
  3. Choques personales y políticos: La acusación de Musk sobre los archivos de Epstein, aunque sin pruebas, marcó un punto de no retorno. Trump, sensible a su imagen pública, respondió con amenazas económicas y comentarios personales, como insinuar que Musk estaba “loco” o necesitaba maquillaje para cubrir un ojo morado. Estas interacciones públicas, amplificadas en X y Truth Social, revelan un enfrentamiento personal alimentado por egos y sensibilidades.
  4. Limitaciones legales: La salida de Musk del gobierno fue parcialmente forzada por el límite de 130 días para asesores no remunerados, pero su decisión de no buscar una extensión y su crítica abierta a Trump sugieren una ruptura premeditada.

¿Utilizó Trump a Musk para su campaña?

El apoyo de Musk fue crucial para la reelección de Trump en 2024. Los 260 millones de dólares aportados por Musk a través de America PAC representaron una de las mayores contribuciones individuales a una campaña presidencial, financiando eventos, sorteos y publicidad. Además, la presencia de Musk en mítines y su influencia en X, donde promovió mensajes pro-Trump, amplificó la campaña republicana entre audiencias tecnológicas y jóvenes.

Trump capitalizó la imagen de Musk como innovador y outsider político para proyectar una administración moderna y disruptiva. Eventos como la aparición de Trump junto a cinco vehículos Tesla en la Casa Blanca el 11 de marzo de 2025, donde actuó como un vendedor de la marca, refuerzan la idea de que Trump utilizó la popularidad de Musk para reforzar su imagen. Sin embargo, esta relación fue mutua: Musk aprovechó su cercanía con Trump para influir en políticas desreguladoras que beneficiaran a sus empresas, como la simplificación de normativas para vehículos autónomos y lanzamientos de SpaceX.

La ruptura sugiere que Trump pudo haber subestimado la dependencia de Musk en los subsidios federales y contratos gubernamentales, mientras que Musk pudo haber sobreestimado su influencia sobre la agenda de Trump. La amenaza de Trump de cancelar contratos de SpaceX con la NASA, un cliente clave, indica que el presidente está dispuesto a sacrificar esta alianza para proteger su proyecto legislativo.

Conflictos de intereses y detalles políticos

La relación entre Musk y Trump estuvo marcada por conflictos de intereses desde el inicio, que se intensificaron tras la ruptura:

  1. Desregulación para beneficio empresarial: Durante la campaña, Musk abogó por una desregulación que facilitara las operaciones de Tesla, SpaceX, xAI y Neuralink. Por ejemplo, buscó una vía federal más simple para aprobar vehículos autónomos, evitando regulaciones estatales complejas, y un marco más favorable para los lanzamientos de SpaceX, que habían sido investigados por la FAA tras incidentes como una explosión de la nave Starship. La designación de aliados de Musk, como Jared Isaacman para dirigir la NASA, fue vista como un intento de consolidar esta influencia, pero la retirada de esta nominación por parte de Trump el 5 de junio de 2025 exacerbó las tensiones.
  2. Starlink y el control del tráfico aéreo: Musk intentó posicionar a Starlink como proveedor para el control del tráfico aéreo, una propuesta rechazada por la FAA debido a limitaciones tecnológicas y conflictos de intereses, dado que Musk era asesor gubernamental y accionista de SpaceX. Este rechazo, junto con la oposición de legisladores demócratas a la influencia de Musk en agencias federales, destacó los riesgos de su doble rol como empresario y asesor.
  3. Impacto en el Partido Republicano: La ruptura amenaza la cohesión republicana. Musk, como principal donante, podría redirigir su apoyo financiero a candidatos independientes o republicanos alternativos en las elecciones de medio término, afectando el equilibrio de poder. Además, su salida y las críticas públicas al proyecto fiscal han generado división entre los republicanos, con algunos congresistas defendiendo a Trump y otros alineándose con Musk.
  4. Implicaciones legales y mediáticas: La acusación de Musk sobre los archivos de Epstein ha desatado especulaciones sobre una posible demanda por difamación de Trump contra Musk, un proceso que podría prolongarse y mantener el conflicto en el ojo público. Asimismo, SpaceX y Tesla podrían iniciar demandas contra el gobierno por incumplimiento de contratos si Trump cumple su amenaza de cancelarlos, lo que generaría incertidumbre en los mercados tecnológicos y de defensa.

Lo que está en juego

La ruptura tiene implicaciones significativas:

  • Económicas: La eliminación de créditos fiscales para vehículos eléctricos podría reducir las ventas de Tesla, que ya cayeron un 49% en Europa en abril de 2025 debido al rechazo a la participación de Musk en el gobierno de Trump. La amenaza de cancelar contratos de SpaceX con la NASA pone en riesgo miles de millones de dólares en ingresos. Las acciones de Tesla cayeron tras el anuncio de la ruptura, reduciendo el patrimonio de Musk en 17,200 millones de dólares en una jornada.
  • Políticas: La confrontación debilita la imagen de Trump en un momento clave de su presidencia, mientras negocia con líderes internacionales como el canciller alemán Friedrich Merz. La acusación de Epstein, aunque sin pruebas, reaviva un tema sensible que podría alienar a sectores de su base de votantes.
  • Tecnológicas y globales: La incertidumbre sobre el futuro de Starlink, crucial para la conectividad en regiones como Ucrania y Medio Oriente, podría afectar la influencia global de Musk. Además, la ruptura posiciona a Musk como una figura impredecible, lo que podría complicar sus relaciones con otros gobiernos y socios comerciales.

La ruptura entre Elon Musk y Donald Trump es el resultado de tensiones acumuladas por intereses comerciales divergentes, conflictos de intereses y choques personales. Musk fue un pilar financiero y simbólico para la campaña de Trump, pero su influencia se vio limitada por las prioridades legislativas de Trump y las restricciones legales de su rol en el gobierno.

Los conflictos de intereses, evidentes en los intentos de Musk por desregular en beneficio de sus empresas, chocaron con la agenda de Trump, que priorizó su proyecto fiscal sobre los subsidios a Tesla y los contratos de SpaceX.

La ruptura, escenificada en X y Truth Social, no solo tiene implicaciones económicas y políticas, sino que también marca un punto de inflexión en la relación entre el poder político y el sector privado en Estados Unidos. A medida que el conflicto se traslada a los tribunales y los mercados, su impacto seguirá resonando en la política global y la economía tecnológica.