La colección más grande de arte rupestre prehistórico del este de Iberia ha sido descubierta en una caverna en la región española de Valencia. La amplia gama de grabados y pinturas, que consta de más de 100 imágenes, presenta al menos 19 animales diferentes y tiene una antigüedad de más de 24.000 años.
Encontradas en una cueva conocida como Cova Dones, las obras de arte antiguas son inusuales en varios aspectos, y su ubicación inesperada sorprende a los arqueólogos. Antes de este descubrimiento, sólo se habían encontrado tres ejemplos de arte rupestre del Pleistoceno en el este de España, y la gran mayoría se concentraba en el norte del país y a lo largo de los Pirineos hasta Francia.
Ubicada en el municipio de Millares, Cova Dones es conocida por los lugareños desde hace muchos años y es visitada a menudo por espeleólogos y excursionistas, pero hubo que esperar hasta junio de 2021 para que los investigadores notaran las increíbles obras de arte que adornan las paredes de la cueva.
Al describir su descubrimiento en un nuevo estudio, el equipo explica que “trabajos adicionales en 2023 nos permitieron identificar el sitio como un importante santuario de arte paleolítico, dada la cantidad y variedad de motivos y la riqueza y detalle de sus características técnicas”.
Hasta ahora, los autores del estudio dicen que han identificado “más de 110 unidades gráficas”, y el área principal decorada se encuentra aproximadamente a 400 metros (1312 pies) dentro de la cueva. Entre estos dibujos, los investigadores han observado al menos 19 animales diferentes , entre ellos siete caballos, siete hembras de ciervo, dos uros, un ciervo y dos especies no identificables.
El resto de las imágenes se componen de “signos convencionales” como rectángulos y otras formas, así como marcas en forma de tubos conocidas como “macarrones”. Según los investigadores, los artistas antiguos emplearon una variedad inesperada de métodos y habilidades, en algunos casos raspando el precipitado de piedra caliza en la superficie de las paredes para crear figuras sombreadas. “Esta técnica es poco común en el arte rupestre del Paleolítico y previamente desconocida en el este de Iberia”, escriben los autores.
Igualmente sorprendente es el hecho de que la mayoría de las pinturas de Cova Dones se crearon aplicando arcilla roja a las paredes. Normalmente, las pinturas rupestres prehistóricas se realizaban con ocre diluido o polvo de manganeso, por lo que el uso de arcilla fue un hallazgo muy inesperado.
En su artículo, los autores del estudio explican que no es posible determinar de manera concluyente la edad de las obras de arte. Sin embargo, ciertas características en las paredes de la cueva proporcionan algunas pistas sobre cuándo podrían haberse creado los dibujos.
En particular, la presencia de marcas de garras de oso de las cavernas ayuda a indicar la edad de algunos de los grabados. El hecho de que estos arañazos se superpongan a algunas de las figuras grabadas sugiere que el animal responsable entró en la cueva después de que los artistas hubieran completado su trabajo.
“Teniendo en cuenta la fecha de extinción del oso de las cavernas, estimamos que al menos una parte del arte rupestre debe tener más de 24.000 años”, escriben los investigadores.