Las Pirámides de Egipto han fascinado a la humanidad durante siglos, no solo por su impresionante arquitectura y precisión, sino también por el misterio que envuelve su construcción. Estas colosales estructuras, como la icónica Gran Pirámide de Giza, han perdurado por milenios como testigos de la grandeza del Antiguo Egipto. Más allá de ser tumbas de faraones, representan la cumbre de la ingeniería y simbolizan el conocimiento avanzado de una civilización que supo desafiar los límites de su tiempo.

Aunque la mayoría de los estudios coinciden en que las pirámides fueron construidas como tumbas, los detalles sobre los métodos empleados siguen generando debate. Teorías tradicionales plantean el uso de rampas, poleas y grúas para trasladar y elevar los inmensos bloques de piedra. Sin embargo, un reciente estudio científico ha sacudido el consenso histórico, proponiendo una técnica mucho más sofisticada que podría reescribir lo que creíamos saber.
El misterio de su construcción: un avance científico sorprendente
Un innovador estudio publicado el 5 de agosto en la revista PLOS ONE sugiere que al menos una de las pirámides egipcias fue construida utilizando un sistema hidráulico avanzado. En particular, se enfoca en la pirámide escalonada de Saqqara, construida hace 4,500 años como parte del complejo funerario del faraón Zoser, de la Tercera Dinastía. Según los investigadores liderados por Xavier Landreau, del Instituto Paleotécnico CEA de Francia, los antiguos egipcios habrían canalizado agua para activar mecanismos de elevación y facilitar el transporte vertical de los bloques de piedra.
El estudio plantea que canales de agua cercanos alimentaban dos pozos situados dentro de la pirámide. Estos pozos habrían funcionado como parte de un sistema de flotadores que permitía subir y bajar los pesados bloques de manera controlada. Este enfoque hidráulico, nunca antes documentado, marcaría un hito en la comprensión de las técnicas de construcción egipcias, demostrando una habilidad extraordinaria para manipular los recursos naturales en beneficio de proyectos monumentales.
El ingenio hidráulico de los antiguos egipcios

“Los egipcios ya eran reconocidos por su destreza en el uso del agua, tanto para riego como para el transporte de bloques en barcazas. Este nuevo hallazgo pone en evidencia una innovación tecnológica que no habíamos considerado antes”, explicaron los autores del estudio.
Landreau y su equipo han identificado una estructura cercana conocida como el recinto de Gisr el-Mudir, que podría haber funcionado como una represa diseñada para almacenar agua y sedimentos. Además, proponen que una serie de compartimentos excavados cerca de la pirámide habría permitido filtrar el agua, separando los sedimentos antes de canalizarla hacia los conductos internos de la pirámide.
El sistema propuesto, apodado “volcán hidráulico”, habría utilizado agua presurizada para elevar los bloques hasta niveles superiores. Aunque esta teoría resulta fascinante, los investigadores enfatizan que aún es necesario realizar estudios adicionales para confirmar cómo fluía el agua a través de los conductos y cuánta agua estaba disponible en esa región hace miles de años.
Una nueva perspectiva sobre la construcción de Saqqara

La pirámide escalonada de Saqqara, considerada la primera gran pirámide de Egipto, ha sido durante mucho tiempo objeto de especulación sobre las técnicas utilizadas en su construcción. Este nuevo estudio sugiere que, aunque las rampas y otras estructuras tradicionales pudieron haber desempeñado un papel importante, el sistema hidráulico habría complementado estos métodos, especialmente en condiciones favorables.
Los investigadores también señalan que la combinación de una represa, una planta de tratamiento de agua y un sistema de elevación hidráulica representa un logro técnico notable. Si se confirma esta hipótesis, podría cambiar nuestra comprensión no solo de la construcción de la pirámide escalonada, sino también de la capacidad tecnológica del Antiguo Egipto.
Un hallazgo que abre nuevas líneas de investigación

Este descubrimiento no solo desafía teorías antiguas, sino que también resalta la importancia de la innovación tecnológica en el contexto histórico. El equipo planea continuar investigando para determinar con mayor precisión cómo se integraba el sistema hidráulico en el proceso de construcción y si otras pirámides pudieron haber utilizado técnicas similares.
En un mundo donde el Antiguo Egipto sigue sorprendiendo, este avance demuestra que aún hay mucho por descubrir sobre las hazañas de esta civilización. La combinación de arqueología, tecnología y ciencia moderna podría finalmente desentrañar los secretos detrás de estas maravillas eternas.