Es una creencia popular que, con el tiempo, los perros terminan pareciéndose a sus dueños. Ya sea en apariencia física, comportamiento o actitudes, muchos afirman que hay una conexión especial que lleva a este curioso fenómeno. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto? ¿Es cierto que los perros adoptan las características de sus dueños, o es solo una percepción subjetiva?
¿Es cierto que los perros se parecen a sus dueños?
Diversos estudios científicos han explorado esta cuestión, y los resultados son sorprendentes. A continuación, desglosamos lo que la ciencia tiene que decir sobre esta creencia y cómo la relación entre humanos y sus perros puede ir más allá de lo que se pensaba.
1. Apariencia física: ¿se parecen los perros a sus dueños?
Un estudio realizado en 2004 por el psicólogo social Michael Roy, de la Universidad de California en San Diego, investigó si los perros se parecen físicamente a sus dueños. Para ello, Roy fotografió a varias personas y a sus perros, y luego pidió a un grupo de jueces que intentaran emparejarlos. Sorprendentemente, los jueces lograron hacerlo con mayor precisión de lo que se esperaría al azar, especialmente en el caso de los perros de raza pura.
La explicación:
Una posible razón es que, al elegir a sus mascotas, las personas tienden a seleccionar perros que, de alguna manera, se parecen a ellos. Esto puede ser inconsciente, pero se cree que los humanos tienen una tendencia a preferir aquello que les resulta familiar, incluidos los rasgos faciales o físicos. Esto no significa que busquemos un “clon canino”, pero puede influir en nuestra elección.
2. Personalidad y comportamiento: ¿se adaptan los perros a sus dueños?
Otro aspecto interesante es cómo los perros tienden a comportarse de manera similar a sus dueños. Un estudio realizado en Austria y publicado en la revista PLoS ONE en 2013 encontró que los perros reflejan los rasgos de personalidad de sus dueños. Los investigadores observaron que los perros de personas extrovertidas y tranquilas tendían a ser más juguetones y relajados, mientras que los perros de dueños ansiosos o nerviosos mostraban niveles más altos de estrés.
¿Por qué sucede esto? Los perros son extremadamente sensibles a las emociones humanas. Al vivir con sus dueños, aprenden a imitar el comportamiento y las respuestas emocionales que observan.
Esta adaptación es parte de su naturaleza como animales altamente sociales y de compañía. Los investigadores creen que el vínculo emocional entre los perros y sus dueños es tan fuerte que los perros terminan adoptando, en cierta medida, las emociones y actitudes de sus compañeros humanos.
3. Vínculo emocional y sincronización
Otra investigación realizada por la Universidad de Viena sugiere que el vínculo emocional entre un perro y su dueño puede ser tan fuerte que ambos llegan a sincronizarse. Este estudio, publicado en Current Biology, encontró que las frecuencias cardíacas y los niveles de estrés de los perros y sus dueños tienden a sincronizarse en situaciones emocionalmente cargadas. Esto significa que cuando un dueño está estresado o ansioso, su perro también puede experimentar un aumento en sus niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Empatía canina:
Los perros no solo responden a las emociones humanas, sino que también desarrollan un tipo de empatía hacia sus dueños. Esto se ha observado en múltiples estudios, donde los perros responden a las emociones de sus dueños y pueden actuar de manera reconfortante si perciben que su humano está angustiado.
4. La selección de perros con personalidades afines
Más allá de la apariencia física, otro estudio de la Universidad de Leicester encontró que los dueños tienden a elegir perros cuyas personalidades coincidan con las suyas. Las personas más activas suelen elegir perros con mucha energía, mientras que las personas más tranquilas prefieren perros que también sean calmados. Esto sugiere que la similitud entre perros y dueños no es solo algo que surge con el tiempo, sino que puede estar presente desde el momento en que se elige al animal.
Selección consciente o inconsciente:
Los científicos creen que, aunque en parte es inconsciente, esta elección puede estar influenciada por una necesidad humana de tener compañía que refuerce nuestra propia identidad. Así, los perros se convierten en reflejos de la personalidad de sus dueños, no solo a través de la convivencia, sino también desde el inicio de la relación.
5. ¿Qué hay de las emociones?
Un estudio de la Universidad de Lincoln, en el Reino Unido, descubrió que los perros no solo pueden leer nuestras emociones, sino que también pueden sentir algo similar a lo que nosotros estamos experimentando. La investigación mostró que los perros pueden reconocer y diferenciar entre expresiones faciales humanas, asociando emociones como la felicidad o la ira con ciertos comportamientos de sus dueños.
Esto indica que los perros no solo “copian” a sus dueños, sino que pueden vivir las emociones junto a ellos, lo que refuerza aún más el vínculo y la sincronización entre ambos. Esta capacidad de empatía emocional también explica por qué los perros pueden mostrar signos de tristeza o ansiedad cuando su dueño está pasando por momentos difíciles.
Conclusión
La ciencia respalda la idea de que, en muchos aspectos, los perros tienden a parecerse a sus dueños. Ya sea en apariencia física, personalidad o respuestas emocionales, el vínculo entre un perro y su dueño va más allá de lo que podría parecer a simple vista.
Aunque parte de este fenómeno se debe a la elección de perros que reflejan nuestras características, también es evidente que, con el tiempo, los perros aprenden y adoptan comportamientos y emociones similares a los de sus dueños.
Así que, la próxima vez que alguien te diga que tu perro se parece a ti, no lo tomes solo como una broma: puede que haya más verdad en esa afirmación de lo que pensabas.