En un giro inesperado que ha conmocionado al mundo, el único sobreviviente de la catastrófica caída de un avión de Air India, ocurrida el 11 de junio de 2025, se encontraba en el asiento 11A, un lugar que muchos pasajeros evitan por considerarlo “maldito” debido a su cercanía a las salidas de emergencia y la percepción de riesgo. Sin embargo, este asiento, que muchos rechazan al hacer su check-in, resultó ser el factor clave que permitió a Vishwashkumar Ramesh, un ingeniero de 40 años de origen indio y nacionalidad británica, salir caminando del fuselaje destrozado, mientras 241 de las 242 personas a bordo perdieron la vida.

La tragedia, que también cobró la vida de al menos 29 personas en tierra al estrellarse contra un edificio de la BJ Medical College en Ahmedabad, ha elevado el total de fallecidos a aproximadamente 270. Esta increíble historia de supervivencia ha desatado debates sobre la seguridad aérea y ha convertido al 11A en un símbolo de esperanza en medio de la devastación.
El accidente: un misterio aún sin resolver
El vuelo AI-171, que cubría la ruta entre Ahmedabad y Londres Gatwick, se estrelló a las 13:38 hora local del 11 de junio de 2025, apenas minutos después del despegue, tras reportar fallos catastróficos y una pérdida repentina de altitud. El avión, un Boeing 787-8 Dreamliner, impactó en una zona residencial cerca de Nashik, Maharashtra, dejando un escenario de devastación que ha complicado las labores de rescate. Hasta el 15 de junio de 2025, las autoridades indias, junto con expertos de la Dirección General de Aviación Civil (DGCA) y la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB), no han determinado la causa exacta del siniestro. La caja negra, recuperada el 13 de junio, está siendo analizada, pero los primeros informes sugieren una posible falla estructural combinada con condiciones climáticas adversas, aunque nada se ha confirmado.
En este contexto de incertidumbre, la supervivencia de Ramesh se ha convertido en el foco de atención. Rescatistas lo encontraron consciente, con heridas leves, una fractura en el brazo izquierdo y quemaduras menores, a solo metros de la sección frontal del avión, donde el impacto fue menos devastador. Su relato inicial, dado a los medios el 12 de junio desde el hospital Sir H. N. Reliance Foundation de Mumbai, describe cómo el avión comenzó a vibrar violentamente antes de caer en picada, y cómo el asiento 11A, ubicado junto a una salida de emergencia, le permitió escapar rápidamente tras el impacto.
El asiento 11A: ¿maldición o bendición?

El asiento 11A, situado en la fila 11, cerca de la puerta principal de embarque en la sección frontal del Boeing 787-8 Dreamliner, es uno de los lugares que muchos pasajeros evitan al reservar sus boletos. La superstición y la percepción de riesgo juegan un papel importante: estar cerca de una salida de emergencia implica responsabilidad en caso de evacuación, y algunos creen que estas zonas son más vulnerables en un accidente. Sin embargo, los datos de seguridad aérea sugieren lo contrario. Estudios de la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) indican que los asientos cercanos a las salidas de emergencia, como el 11A, ofrecen mayores probabilidades de supervivencia debido a la proximidad a las rutas de escape y la menor exposición a impactos secundarios.
En el caso de Ramesh, esta ubicación estratégica fue decisiva. El impacto principal ocurrió en la parte trasera y central del avión, mientras que la sección frontal, donde estaba el 11A, sufrió daños menos severos. Testigos del rescate, incluidos paramédicos de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF), confirmaron que Ramesh logró desengancharse del cinturón de seguridad y salir por la puerta de emergencia adyacente, que quedó parcialmente abierta tras el choque. Su rápida acción, combinada con la posición del asiento, lo salvó de las llamas que consumieron gran parte del fuselaje minutos después.
El héroe improbable: quién es Vishwashkumar Ramesh
Vishwashkumar Ramesh, un ingeniero de software especializado en inteligencia artificial para una startup de Bangalore, abordó el vuelo AI-171 como parte de un viaje de regreso a Londres tras visitar a su familia en India. Según sus colegas, Ramesh no tenía experiencia previa en evacuaciones ni entrenamiento en seguridad aérea, pero su instinto y la ubicación de su asiento fueron suficientes para sobrevivir. En una entrevista el 14 de junio desde el hospital, expresó su incredulidad: “No sé cómo lo hice. Solo sentí que debía salir rápido. El asiento estaba cerca de la puerta, y eso me dio una oportunidad”. Su historia ha inspirado a miles en India y Reino Unido, donde se le ha apodado “el hombre del milagro 11A”.
Ramesh permanece bajo observación médica, pero su pronóstico es positivo. Su familia, que llegó a Ahmedabad el 12 de junio, ha agradecido a las autoridades y a los rescatistas, aunque ha pedido privacidad mientras procesan el trauma y la pérdida de su hermano, quien viajaba en otra fila y no sobrevivió.
Implicaciones para la seguridad aérea

La supervivencia de Ramesh ha reavivado el debate sobre la asignación de asientos en los aviones. Aunque las aerolíneas como Air India asignan los asientos 11A y similares de manera aleatoria o bajo solicitud, muchos expertos ahora sugieren que los pasajeros deberían considerar estas ubicaciones como opciones de seguridad. Pilotos consultados por medios locales, como The Times of India, han destacado que las filas cercanas a las salidas de emergencia suelen ser las menos afectadas en impactos frontales o traseros, siempre que los pasajeros estén dispuestos a asumir responsabilidades en una evacuación.
Sin embargo, la tragedia también expone fallos en los protocolos de seguridad. El retraso en la respuesta inicial de los equipos de emergencia, que tardaron más de 40 minutos en llegar al lugar debido a la dificultad del terreno, ha sido criticado por la DGCA. Además, la falta de información sobre el mantenimiento del Boeing 787-8 ha generado preguntas sobre la supervisión de Air India, que atraviesa una reestructuración tras su nacionalización en 2022. La ausencia de antecedentes de accidentes fatales con el Dreamliner hasta este incidente añade intriga a la investigación.
El futuro del 11A: ¿un cambio en las preferencias?
A medida que las investigaciones avanzan, el asiento 11A ha pasado de ser un lugar evitado a un símbolo de esperanza. En redes sociales, usuarios han compartido memes y teorías, desde llamarlo “el asiento de la suerte” hasta especular si las aerolíneas deberían promocionarlo como una opción segura. Air India, por su parte, ha prometido una revisión exhaustiva de sus procedimientos y ha ofrecido apoyo a las familias de las víctimas, aunque no ha comentado específicamente sobre el 11A.
Mientras la caja negra revela sus secretos, la historia de Vishwashkumar Ramesh y el asiento 11A seguirá siendo un recordatorio de la fragilidad y la resiliencia humana. Este “asiento maldito” no solo salvó una vida, sino que ha puesto bajo el reflector la necesidad de una mayor conciencia sobre la seguridad aérea en un mundo donde volar sigue siendo, para muchos, un acto de fe.