Los médicos advierten que la salud del Papa Francisco sigue en riesgo

El mundo católico está en vilo tras las recientes declaraciones de los médicos que atienden al Papa Francisco. Según fuentes cercanas al equipo médico, el Sumo Pontífice aún no ha superado el cuadro crítico que lo aqueja, manteniendo en suspenso a millones de fieles que siguen de cerca su estado de salud. Aunque el Vaticano ha intentado transmitir calma, los especialistas insisten en que el peligro no ha sido descartado.

El Papa, de 86 años, fue ingresado de urgencia al Hospital Gemelli de Roma el pasado 29 de marzo tras presentar dificultades respiratorias severas, las cuales se vincularon inicialmente a una infección en los bronquios. Si bien los informes oficiales hablaron de una “bronquitis” y aseguraron que Francisco respondía bien al tratamiento, las últimas actualizaciones pintan un panorama menos alentador.

Los médicos han confirmado que su condición requiere monitoreo constante, y algunos incluso han expresado preocupación por posibles complicaciones derivadas de su edad y antecedentes médicos.

A pesar de los esfuerzos por mantenerlo estable, el líder de la Iglesia Católica no ha podido retomar sus actividades habituales. Las imágenes del Papa conectado a equipos médicos y su ausencia en eventos clave han intensificado las especulaciones sobre la gravedad de su estado.

“Estamos haciendo todo lo posible, pero la situación sigue siendo delicada”, habría confesado uno de los especialistas a cargo, según reportes extraoficiales que han comenzado a circular.

El Vaticano, por su parte, ha reiterado que el Santo Padre permanece “consciente y en comunicación” con quienes lo rodean, pero no ha desmentido categóricamente las afirmaciones de los médicos sobre el riesgo persistente. Mientras tanto, las oraciones por su recuperación se multiplican en todo el mundo, y las redes sociales se han convertido en un hervidero de mensajes de apoyo, pero también de inquietud.

La historia médica del Papa Francisco no es un secreto: perdió parte de un pulmón en su juventud debido a una infección y ha enfrentado diversos problemas de salud en los últimos años, incluyendo dolencias intestinales y dificultades de movilidad. Estos factores, sumados al desgaste propio de su edad y las exigencias de su cargo, parecen estar pasándole factura en este momento crítico. ¿Podrá el Papa superar esta nueva prueba? Por ahora, el silencio oficial y las palabras de los médicos mantienen al mundo en una tensa espera.