La muerte del Papa Francisco el 21 de abril de 2025 ha generado una ola de homenajes en Argentina, su país natal, donde su legado como el primer pontífice latinoamericano resuena profundamente. En este contexto, el Senado argentino ha presentado dos proyectos de ley para rendir tributo a Jorge Mario Bergoglio mediante la emisión de un billete, una moneda conmemorativa y un sello postal que perpetúen su imagen y valores.

Liderada por el senador Maximiliano Abad, la iniciativa cuenta con un respaldo transversal de 22 legisladores de diversos partidos y busca inmortalizar al Papa en elementos de uso cotidiano. Este artículo, basado en reportes de El Clarín, Infobae, El Cronista y publicaciones en X, detalla la propuesta, su significado y el contexto político y social que la rodea.
Una iniciativa para honrar un legado universal
El 24 de abril de 2025, el senador Maximiliano Abad (Unión Cívica Radical, UCR) presentó dos proyectos de ley en el Senado argentino, respaldados por 21 senadores de distintas fuerzas políticas, incluyendo radicales, peronistas y oficialistas. La propuesta principal solicita al Banco Central de la República Argentina (BCRA) la emisión de un billete de curso legal y una moneda conmemorativa con la imagen del Papa Francisco.
Un segundo proyecto complementario propone que el Correo Argentino diseñe un sello postal que retrate la vida y el pontificado de Bergoglio. Según Abad, el objetivo es que “el legado del exarzobispo de Buenos Aires perdure no solo en la memoria, sino también en un símbolo cotidiano para todos los argentinos”.
“El Papa Francisco es una figura universal que trascendió las fronteras del Vaticano para convertirse en una voz ética y moral en defensa de la paz, la fraternidad y la dignidad humana. Su mensaje es un faro en tiempos de crisis y polarización”, afirmó Abad en el proyecto. “Cada moneda, cada billete que circule y cada estampilla será un recordatorio del compromiso con los valores que él encarna: el diálogo, la inclusión, la solidaridad”. Entre los firmantes destacan senadores como Víctor Zimmerman, Carolina Losada, José Mayans, Eduardo ‘Wado’ De Pedro y Juliana Di Tullio, reflejando un consenso raro en un país marcado por la polarización política.
Detalles de la propuesta
Los proyectos encomiendan al BCRA y la Casa de la Moneda la producción del billete y la moneda, mientras que el Correo Argentino se encargaría del sello postal. El Poder Ejecutivo estaría autorizado para definir los valores nominales de los elementos conmemorativos y establecer los mecanismos para su circulación. Aunque el diseño final aún no se ha revelado, fuentes cercanas al proyecto, citadas por Nexus Contenido, sugieren que el billete incluirá elementos simbólicos como la Basílica de San Pedro, la Catedral de Buenos Aires y citas célebres del pontificado de Francisco, como “Nadie se salva solo” o “Tender puentes, no muros”.
La moneda conmemorativa, según el proyecto, podría acuñarse en metales preciosos con tiradas limitadas, destinada tanto a coleccionistas como a instituciones, aunque no necesariamente circulará como moneda de curso legal. El sello postal, por su parte, buscará capturar momentos clave del papado, como la publicación de las encíclicas Laudato Si’ (2015), sobre el cuidado del medio ambiente, y Fratelli Tutti (2020), centrada en la fraternidad global.
Contexto histórico y cultural
La iniciativa se enmarca en una tradición argentina de emitir monedas y billetes conmemorativos para honrar figuras y eventos significativos. En el pasado, Argentina ha acuñado monedas en homenaje a próceres como José de San Martín, aniversarios patrios y causas internacionales, como los Derechos Humanos. Sin embargo, la propuesta de incluir a un Papa contemporáneo y argentino en un billete de curso legal es un precedente único, que subraya la relevancia de Bergoglio como ícono nacional y global.
Francisco, nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013, convirtiéndose en el primer jesuita y latinoamericano en liderar la Iglesia Católica. Durante sus 12 años de pontificado, se destacó por su humildad, su enfoque pastoral hacia los pobres y marginados, y su defensa del diálogo interreligioso y la justicia social.
Encíclicas como Laudato Si’ y Fratelli Tutti lo posicionaron como una voz influyente en temas globales, desde el cambio climático hasta la desigualdad. En Argentina, su figura ha sido tanto celebrada como debatida, con críticas de algunos sectores por su supuesto acercamiento a ciertos líderes políticos, aunque su impacto trasciende las divisiones partidarias.
El proyecto también responde a un momento de alta sensibilidad social tras la muerte de Francisco por un ictus cerebral el 21 de abril de 2025, según confirmó el Vaticano. En Buenos Aires, la Catedral Metropolitana se llenó de fieles para una misa en su honor, y el Senado realizó una sesión especial el 24 de abril, presidida por Victoria Villarruel, donde todos los bloques aprobaron una declaración de “profundo pesar” por su fallecimiento.
Reacciones y desafíos
La propuesta ha generado entusiasmo en Argentina, reflejado en publicaciones en X, donde usuarios como @Cronistacom y @clarincom destacaron la iniciativa como un “homenaje al primer Papa argentino”. Algunos, como @BetoMendeleiev_, sugirieron emitir billetes de alta denominación (50.000 o 100.000 pesos) con la imagen de Francisco, argumentando que podrían ser coleccionados por argentinos y extranjeros, reduciendo la presión sobre el peso. Sin embargo, también hay escepticismo. Usuarios como @wpymes criticaron la idea, asociándola con el “kirchnerismo” y cuestionando su prioridad en un contexto de crisis económica.
Un precedente relevante es la reacción de 2014, cuando un proyecto similar del Frente Renovador para emitir un billete con la imagen de Francisco fue rechazado por religiosos cercanos a Bergoglio. Según La Reforma, figuras como el padre Lorenzo ‘Toto’ De Vedia argumentaron que homenajear a una figura viva con un billete era prematuro, sugiriendo que tales honores debían reservarse para quienes “amaron y honraron a la patria” tras su muerte. Ahora, con el fallecimiento de Francisco, esta objeción parece superada, y la propuesta de Abad cuenta con un respaldo más amplio.
El principal desafío será el proceso legislativo. Los proyectos deben pasar por las comisiones de Finanzas y Presupuesto y Hacienda antes de llegar al recinto, un trámite que podría demorar semanas debido a la complejidad de la agenda parlamentaria. Además, la inflación crónica de Argentina, con tasas anuales superiores al 100% en 2025 según El Cronista, plantea preguntas sobre el valor nominal del billete y su viabilidad en un contexto económico volátil.
Un homenaje que trasciende fronteras
La iniciativa de emitir un billete, una moneda y un sello postal en honor al Papa Francisco refleja el orgullo argentino por su hijo más célebre y el deseo de perpetuar su mensaje de solidaridad y diálogo. Como señaló Abad, el homenaje busca que “los valores de Francisco permanezcan en la conciencia colectiva” a través de elementos cotidianos que lleguen a todos los hogares.
En un país dividido, el respaldo transversal al proyecto es un raro ejemplo de unidad, especialmente significativo tras las tensiones políticas que marcaron la relación de Francisco con algunos sectores, incluido el presidente Javier Milei, quien, tras críticas pasadas, expresó su “dolor” por la muerte del Papa.
Mientras el mundo católico se prepara para el Cónclave de mayo de 2025, Argentina honra a Francisco no solo como líder espiritual, sino como un símbolo de esperanza y reconciliación. Si los proyectos prosperan, los argentinos podrían pronto llevar en sus bolsillos un recordatorio tangible del “Papa de los pobres”, cuya vida y obra dejaron una huella imborrable en el país y en los 1.300 millones de católicos alrededor del mundo.