Trump anula el estatus legal de migrantes que usaron la app CBP One de Biden

MCALLEN, Texas, EU (AP) — El gobierno de Donald Trump ha dado un giro drástico a las políticas migratorias de su predecesor, ordenando a los migrantes que obtuvieron un permiso temporal para residir en Estados Unidos mediante la aplicación CBP One que abandonen el país “de inmediato”. Así lo anunciaron las autoridades este lunes, aunque no precisaron cuántos de los más de 900 mil beneficiarios desde enero de 2023 se verán impactados por esta medida.

La app CBP One, lanzada bajo la administración de Joe Biden, permitió a 936,500 personas entrar legalmente a Estados Unidos con citas en la frontera sur, otorgándoles un permiso de permanencia temporal de dos años y autorización para trabajar.

Sin embargo, el equipo de Trump ha revocado estas autorizaciones, argumentando que responde a una promesa electoral. “Esto asegura nuestras fronteras y protege la seguridad nacional”, afirmó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un comunicado, subrayando su compromiso con el pueblo estadounidense.

Una deportación digitalizada

Las notificaciones de cancelación ya están llegando. A los afectados se les ha pedido que se “autodeporten voluntariamente” usando la misma aplicación, ahora rebautizada como CBP Home. Un correo enviado el domingo a una familia hondureña, al que tuvo acceso la Associated Press, es tajante: “Es hora de que abandone Estados Unidos”. El mensaje, que también circula en redes sociales, refleja la urgencia de la orden.

Organizaciones como Al Otro Lado, que ofrece apoyo legal a migrantes, reportan que los avisos alcanzan a personas de Honduras, El Salvador y México, entre otros países. Sin embargo, el DHS no ha detallado el número exacto de notificados, dejando en la incertidumbre a miles que confiaron en este sistema.

El fin de un experimento migratorio

CBP One fue el corazón de la estrategia de Biden para canalizar la migración legal y reducir los cruces ilegales. Desde su implementación, cientos de miles gestionaron citas en la frontera con México, un enfoque que Trump deshizo desde su primer día en el cargo, el 20 de enero de 2025. Ese mismo día, canceló las citas pendientes, abandonando a quienes esperaban en México—algunos con turnos hasta febrero—y marcando el inicio de una ofensiva contra las políticas de su antecesor.

El DHS critica el uso extensivo del permiso temporal por parte de Biden, el mayor desde su creación en 1952. “Sus decisiones alimentaron la peor crisis fronteriza de nuestra historia”, afirmaron, justificando la revocación no solo de CBP One, sino también de otras medidas como la autorización para 532 mil cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que llegaron con patrocinadores. Ese programa termina el 24 de abril de 2025.

Más allá de CBP One: el TPS en la cuerda floja

La ofensiva migratoria de Trump no se detiene ahí. El Estatus de Protección Temporal (TPS), que ampara a unas 600 mil personas de Venezuela y 500 mil de Haití, también está en la mira. Aunque un juez federal frenó temporalmente su cancelación, el plan era desmantelarlo este lunes para 350 mil venezolanos.

El TPS, renovable cada 18 meses, protege a quienes huyen de desastres o conflictos, pero el DHS sostiene que su uso prolongado debilita la seguridad fronteriza.

La otra cara de la migración masiva

No todo el peso de esta crisis recae en las políticas de acogida. La migración ilegal y en masas también señala un problema de raíz: la ineficacia de los gobiernos de los países de origen, tanto pasados como presentes. “Si no hubiera necesidad de huir, no habría éxodo”, argumentan críticos de la narrativa que busca normalizar estos flujos.

Conflictos, pobreza y desastres no resueltos en lugares como Honduras, México o Venezuela empujan a miles a cruzar fronteras, un tema primario que exige soluciones locales, no solo respuestas en destinos como Estados Unidos. Pasar por alto esta responsabilidad inicial no es menor, aunque hoy el debate se incline a legalizar lo que muchos ven como un síntoma, no una solución.

Un futuro incierto para miles

La revocación de CBP One y otras medidas deja a cientos de miles en un limbo legal. Quienes recibieron la orden de autodeportación enfrentan una disyuntiva: salir voluntariamente o arriesgarse a una deportación forzada, que el gobierno de Trump promete intensificar. “La cancelación es un mensaje claro”, dijo un portavoz del DHS, aunque la falta de cifras exactas amplifica la confusión.

Para muchos, como esa familia hondureña que cruzó el año pasado, la noticia rompe un sueño construido con la app que les abrió la puerta. Ahora, CBP Home—irónicamente renombrada—se convierte en el canal de su salida, un símbolo de cómo las políticas pueden dar un vuelco radical, dejando vidas en pausa.