Una impresionante tormenta eléctrica ha sacudido España durante el fin de semana del 2 y 3 de mayo de 2025, dejando un rastro de casi 11,000 rayos que iluminaron el cielo nocturno y sorprendieron a los habitantes de gran parte del país. Este fenómeno meteorológico, que coincidió con el festivo del 2 de mayo, transformó las calles en un espectáculo de luz y sonido, acompañado de fuertes lluvias y actividad eléctrica que afectó principalmente el oeste y el centro de la Península.

Las imágenes captadas durante el evento muestran la magnitud de las descargas, convirtiendo la noche en un escenario casi apocalíptico. Este artículo detalla los impactos, las zonas más afectadas y las condiciones que propiciaron esta tormenta sin precedentes, basado en observaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y reportes de Antena 3 Noticias.
Un fin de semana marcado por la naturaleza
La tormenta comenzó a manifestarse con intensidad el viernes 2 de mayo, alterando los planes de quienes disfrutaban del puente festivo. Según datos preliminares, se registraron aproximadamente 10,900 rayos en un lapso de 24 horas, concentrados especialmente en la mitad norte de España. La actividad eléctrica fue acompañada por chubascos intensos y, en algunos casos, granizo, que provocaron acumulaciones de agua significativas y afectaron la normalidad en varias comunidades autónomas.
Las imágenes más impactantes provienen de regiones como Valencia, Andalucía, Murcia y Cataluña, donde las descargas iluminaron el horizonte y dejaron escenas que recuerdan a tormentas tropicales. En la Comunidad Valenciana, se reportaron precipitaciones que superaron los 40 litros por metro cuadrado en pocas horas, causando inundaciones localizadas.
Murcia enfrentó una alerta naranja debido a la intensidad de las lluvias, mientras que en Cataluña el cielo se oscureció rápidamente, sorprendiendo a los ciudadanos con un despliegue de rayos que duró toda la noche.
Zonas críticas y respuesta oficial
La AEMET activó alertas en múltiples comunidades, destacando el oeste del país como el epicentro de la actividad tormentosa. Las provincias de Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha y el interior de Andalucía experimentaron los efectos más notorios, con lluvias persistentes y una frecuencia inusual de rayos. El miércoles, los pronósticos indicaban que las tormentas se extenderían hacia el centro de la Península, un pronóstico que se cumplió con creces durante el fin de semana.
Las autoridades locales recomendaron precaución, especialmente en áreas rurales y costeras, donde la combinación de rayos y viento pudo haber representado un riesgo para la población. Aunque no se han reportado víctimas ni daños estructurales graves, los servicios de emergencia atendieron incidentes menores relacionados con inundaciones y cortes temporales de energía eléctrica en zonas afectadas por las descargas.
Causas y proyecciones

Los meteorólogos atribuyen esta tormenta a un sistema de bajas presiones que se desplazó desde el Atlántico, interactuando con las altas temperaturas registradas en los últimos días. Esta convergencia generó inestabilidad atmosférica, favoreciendo la formación de nubes cumulonimbos cargadas de electricidad. La AEMET señala que, aunque mayo es un mes propenso a tormentas por el calentamiento diurno, la magnitud de esta evento supera los promedios habituales, sugiriendo un comportamiento climático atípico para la temporada.
Para el sábado 3 de mayo, las predicciones indican una disminución gradual de la actividad tormentosa, dando paso a un fin de semana que podría asemejarse más al verano, con temperaturas en ascenso. Sin embargo, se espera que las lluvias residuales persistan en el interior y el noreste del país, manteniendo la alerta en algunas zonas hasta el domingo.
Un espectáculo natural que deja lecciones
Las imágenes de esta tormenta eléctrica, capturadas por aficionados y profesionales por igual, muestran cielos iluminados por rayos que cruzan de horizonte a horizonte, un recordatorio de la fuerza impredecible de la naturaleza. Aunque el evento no ha causado daños catastróficos, pone de manifiesto la necesidad de estar preparados para fenómenos meteorológicos extremos, incluso en fechas festivas. Mientras
España transita hacia un fin de semana más tranquilo, las escenas de esta tormenta quedarán grabadas como un testimonio de la belleza y el poder de los elementos, invitando a la reflexión sobre la adaptación al cambio climático en curso.