El mes de mayo de 2025 marca el inicio de una temporada cargada de emociones para México, con puentes festivos y celebraciones que llenan de vida al país. Sin embargo, esta época también da la bienvenida a la temporada de lluvias, acompañada por el arranque oficial de la temporada de huracanes, que promete ser intensa.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, Estados Unidos, ha pronosticado al menos 36 fenómenos meteorológicos para este año, incluyendo depresiones tropicales y huracanes de gran magnitud, poniendo en guardia a las autoridades y a la población.
Entre estos, el primer ciclón del Pacífico, bautizado como Alvin, está listo para impactar el territorio nacional, generando preparativos urgentes en las costas del país. Este artículo, basado en datos del NHC, la Secretaría de Marina-Armada de México, y reportes de El Universal y La Jornada, detalla las proyecciones, las zonas afectadas y las medidas a considerar ante esta amenaza climática.
Una temporada de huracanes sin precedentes
El NHC, encargado de monitorear y nombrar los eventos meteorológicos, ha trazado un panorama preocupante para 2025. Se espera que el Atlántico sea testigo del primer huracán de la temporada, denominado Andrea, mientras que en el Pacífico, Alvin se perfila como el primer ciclón significativo con potencial de impacto en México.
La temporada, que oficialmente abarca de junio a noviembre, inicia sus movimientos previos en mayo, un período crítico para la formación de sistemas tropicales.
El pronóstico del NHC indica un total de 36 fenómenos a nivel global, con una distribución notable en el Pacífico mexicano:
- Depresiones tropicales: 1 evento, caracterizado por vientos sostenidos menores a 63 km/h.
- Tormentas tropicales: 8 sistemas, con vientos entre 63 y 118 km/h.
- Huracanes de categorías 1 y 2: 6 fenómenos, con vientos de 119 a 178 km/h.
- Huracanes intensos de categorías 3, 4 y 5: 4 eventos, capaces de alcanzar vientos superiores a 179 km/h, con potencial destructivo.
Esta proyección supera los promedios históricos, sugiriendo una temporada activa que podría desafiar la infraestructura y la preparación de las regiones costeras mexicanas.
La llegada de Alvin: un impacto inminente
Según la Directora de Meteorología de la Secretaría de Marina-Armada de México, el ciclón Alvin se formará en el océano Pacífico el 15 de mayo de 2025, marcando el inicio oficial de la temporada de huracanes en la región.
Este sistema tropical se espera que evolucione rápidamente, trayendo consigo fuertes lluvias, vientos intensos y un riesgo elevado de inundaciones en las zonas costeras del país. Las autoridades han identificado las siguientes regiones como las más vulnerables:
- Península de Baja California (costa oeste): Incluyendo áreas como Ensenada y Tijuana, donde las olas y las precipitaciones podrían afectar la navegación y las comunidades costeras.
- Península de Baja California (costa oriental), Sonora, Sinaloa y Nayarit: Zonas con alta actividad pesquera y turística, como Mazatlán y Puerto Vallarta, enfrentarán posibles interrupciones en sus actividades económicas.
- Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero: Ciudades como Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Acapulco podrían experimentar marejadas y deslizamientos debido a la orografía montañosa.
- Golfo de Tehuantepec (Oaxaca y Chiapas): Esta región, conocida por sus fuertes vientos locales, podría amplificar los efectos del ciclón, afectando a Salina Cruz y Tapachula.
El NHC estima que Alvin podría intensificarse a tormenta tropical o huracán de categoría 1 en sus primeras etapas, con vientos que superarían los 120 km/h, dependiendo de las condiciones del mar y la atmósfera. Las autoridades advierten que el impacto podría incluir olas de hasta 3 metros en las costas expuestas, lo que exige una respuesta coordinada para mitigar riesgos.
Preparativos y recomendaciones
Ante la llegada de Alvin, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Secretaría de Marina han activado protocolos de alerta temprana. Las comunidades costeras están siendo informadas sobre la necesidad de:
- Evacuar zonas de riesgo: Residentes de áreas bajas y playas deben trasladarse a terrenos elevados antes del impacto.
- Proteger propiedades: Reforzar ventanas, almacenar agua y alimentos no perecederos, y asegurar objetos sueltos.
- Seguir indicaciones oficiales: La Protección Civil emitirá actualizaciones constantes a través de medios locales y aplicaciones móviles.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha reforzado su monitoreo en presas y ríos de las regiones afectadas para prevenir desbordamientos, mientras que las autoridades portuarias han restringido la navegación en el Pacífico sur y central. La Secretaría de Salud ha dispuesto brigadas médicas en los estados vulnerables para atender emergencias relacionadas con inundaciones o deslaves.
Implicaciones para México
La llegada de Alvin marca el comienzo de una temporada que podría poner a prueba la resiliencia de México, un país acostumbrado a los caprichos del clima pero vulnerable por su extensa costa y su dependencia de la actividad turística y pesquera.
Las proyecciones del NHC sugieren que los huracanes intensos de categorías 3 a 5 podrían representar un desafío mayor más adelante en el año, afectando no solo la infraestructura, sino también la economía de regiones clave.
Históricamente, mayo ha sido un mes de formación de sistemas tropicales que preludian la temporada principal. Eventos como el Huracán Adolph de 2001, que se formó el 29 de mayo como el primer ciclón del Pacífico, sirven como referencia de la actividad temprana que puede intensificarse con el paso de las semanas. Con Alvin en el horizonte, el gobierno y la sociedad civil deben actuar con rapidez para minimizar los daños y garantizar la seguridad de la población.
Una temporada que exige preparación
El arribo de Alvin el 15 de mayo no solo representa el primer reto meteorológico de 2025, sino también un llamado a la acción para fortalecer las defensas contra los huracanes.
Con una previsión de 19 fenómenos en el Pacífico, México enfrenta un año de alta actividad climática que requerirá coordinación interinstitucional y conciencia ciudadana. Mientras las lluvias inundan las calles y las olas amenazan las costas, el país se prepara para un verano donde la naturaleza dictará el ritmo. La clave estará en la prevención y la respuesta oportuna para proteger vidas y bienes en un escenario que promete ser inolvidable.