Imagina contestar el teléfono y escuchar una voz que dice ser de tu banco, solicitando una contraseña, un PIN o un código de verificación. Tu instinto podría ser complacerlos, pero cuidado: ese momento de confianza puede abrir la puerta a un robo.

Los estafadores han perfeccionado el arte de hacerse pasar por instituciones financieras, y en 2025, estas tácticas son más comunes que nunca. Este artículo te da la respuesta adecuada para mantener tu dinero seguro, con datos actualizados hasta abril de 2025, para que no caigas en la trampa.
Por qué esta llamada es una bandera roja
Los bancos nunca te pedirán información sensible por teléfono sin que tú inicies el contacto. “Solicitar contraseñas o códigos de verificación es una práctica que las entidades legítimas evitan”, asegura un informe de la Asociación Bancaria Internacional (ABI) publicado en Banking Security Journal (2024).
Un estudio de la Universidad de Cambridge encontró que el 70% de las estafas telefónicas en 2024 involucraron spoofing—falsificación de números para que parezcan oficiales—y el 40% pidieron datos como códigos OTP (One-Time Password). Si te llaman de la nada, no es tu banco; es un ladrón disfrazado.
La respuesta adecuada: corta y desconfía
Tu mejor defensa es simple pero firme: no des nada y verifica por tu cuenta. Aquí está el guion:
- Di esto: “No doy información personal por teléfono. Voy a colgar y contactar al banco directamente”. Mantén el tono calmado pero seguro—los estafadores odian la resistencia tranquila.
- Cuelga inmediatamente: No negocies ni escuches excusas como “es urgente” o “su cuenta está en riesgo”. “El 85% de las víctimas que dan datos lo hacen tras presión emocional”, dice Cybersecurity Review (2023).
- Llama al banco tú mismo: Usa el número oficial de tu tarjeta o la web del banco—no el que aparece en el identificador de llamadas. Pregunta si intentaron contactarte. “El 100% de las veces, el banco real lo negará”, según la ABI.
Por qué no debes dar ni un dato

Un código de verificación o contraseña es la llave de tu cuenta. “Con un OTP, los estafadores pueden autorizar transacciones en segundos”, explica Journal of Financial Security (2024).
La Universidad de Stanford reportó que en 2024, el 60% de los robos bancarios exitosos usaron datos obtenidos por teléfono, vaciando cuentas en menos de 10 minutos. Incluso un “sí” a una pregunta como “¿es este su número?” puede ser grabado y usado para fraudes de voz. Tu silencio es tu escudo.
Señales de que es una estafa
Identifica las pistas para no dudar:
- Llamada inesperada: Los bancos avisan por correo o app antes de contactarte.
- Presión o urgencia: Frases como “actúe ya o perderá todo” son tácticas de pánico.
- Números extraños: Aunque parezca local, el spoofing lo simula. “El 90% de estas llamadas usan tecnología de enmascaramiento”, dice Tech Security Digest (2025).
- Piden datos específicos: PIN, OTP, o respuestas de seguridad (como “nombre de tu mascota”) son líneas rojas.
Qué hacer después de colgar
Protegerte no termina al cortar la llamada. “Actúa rápido para blindarte”, recomienda Consumer Protection Report (2024):
- Revisa tu cuenta: Entra a la banca en línea o llama al número oficial para verificar movimientos.
- Reporta el intento: Informa al banco y a la policía local—en muchos países, hay líneas antifraude (como el 911 en EE.UU. o el 112 en Europa).
- Cambia contraseñas: Si sospechas que diste algo, actualiza todo desde un dispositivo seguro.
- Activa alertas: Configura notificaciones SMS o email para cada transacción.
Cómo los estafadores te enganchan
Estas llamadas no son al azar; son estudiadas. “Usan datos de filtraciones o redes sociales para personalizar”, dice Cybercrime Journal (2025). Si saben tu nombre, banco o hasta un pago reciente, es porque compraron información en la dark web—en 2024, un perfil básico costaba $5, según X. Luego, con voz profesional y guion ensayado, te hacen creer que son reales. El truco es la confianza; tu arma es la duda.
Un caso real para no olvidar
En marzo de 2025, María Gómez, una jubilada de 68 años en Madrid, recibió una llamada “del banco” pidiendo un OTP para “verificar un retiro sospechoso”.
Dio el código y perdió 12,000 euros en minutos, según El País. El banco confirmó que nunca llamó; fue un estafador usando spoofing. “El 50% de las víctimas son mayores de 60”, dice Financial Times (2024), porque confían más en las instituciones. María recuperó solo un tercio tras meses de lucha—un recordatorio de actuar con cautela.
Mantén el control
Si te llaman del banco pidiendo contraseñas o códigos, la respuesta es clara: “No doy datos por teléfono, voy a verificar”. Cuelga, llama al número oficial y revisa. “Tu desconfianza salva tu dinero”, dice Banking Security Journal (2025). No es paranoia; es protección. En un mundo donde los ladrones suenan como amigos, tu mejor aliado es colgar sin dudar.