Mekelle, Etiopía, 6 de febrero de 2025 – En un acontecimiento que ha capturado la atención mundial, Embeyte Medhin Hagos, una mujer de 76 años de Mekelle, capital del estado regional de Tigray en el norte de Etiopía, dio a luz a un niño sano tras décadas de intentar concebir. Este nacimiento, reportado por primera vez por Dimtse Woyane News y confirmado por múltiples fuentes, marca un hito médico y ha sido aclamado como un milagro en una región marcada por años de conflicto y sufrimiento.

La historia de Medhin, también conocida como Medhin Barka, ha generado tanto asombro como debate, evocando comparaciones bíblicas con Sara, quien dio a luz a Isaac a los 90 años.
El nacimiento, que tuvo lugar aproximadamente 40 días antes del 6 de febrero de 2025, durante el bautizo del niño según las tradiciones de la Iglesia Ortodoxa Etíope, se logró mediante fertilización in vitro (FIV) realizada en India un año antes, según informes de medios como Borkena y Face2Face Africa. La noticia ha resonado profundamente en Tigray, una región devastada por la guerra desde noviembre de 2020, ofreciendo un raro momento de esperanza en medio de una crisis humanitaria que ha dejado millones de desplazados y un estimado de un millón de civiles muertos.
Verificación de la noticia: ¿Es cierto?
La historia de Embeyte Medhin Hagos ha sido ampliamente difundida en medios internacionales, incluyendo Yabele Media, Borkena, Face2Face Africa, ShineMyCrown, y 237online, entre otros, desde febrero de 2025. Videos compartidos por Dimtse Woyane muestran a Medhin en el bautizo de su hijo, hablando en tigrinya sobre su incredulidad inicial al saber que estaba embarazada: “No lo creía cuando me dijeron que había concebido”. Un familiar añadió: “Nada es imposible para el Salvador”. Estas imágenes, junto con reportes de medios locales, respaldan la veracidad del evento.
Sin embargo, algunos detalles generan escepticismo. No se ha publicado un informe médico oficial que detalle el procedimiento, y hay discrepancias sobre si este es el primer hijo de Medhin o si tiene otros hijos adultos, como sugieren algunas fuentes. Informes de Borkena y redes sociales indican que el parto fue natural, sin necesidad de cesárea, lo cual es inusual para una mujer de edad avanzada.
La FIV a los 76 años, aunque posible con óvulos de donante, plantea riesgos significativos, como hipertensión, diabetes gestacional y complicaciones fetales, lo que hace que el caso sea excepcional.
Expertos médicos consultados por Yabele Media sugieren que el caso debe ser revisado con rigor para confirmar su autenticidad, y algunos, como el profesor Paulos Milkias, han propuesto enviarlo al Guinness World Records para su evaluación. Hasta agosto de 2025, no hay evidencia de que el caso haya sido registrado oficialmente como un récord, pero la falta de refutaciones directas y la cobertura consistente en medios locales e internacionales respaldan la credibilidad de la historia.
El contexto: un nacimiento en tiempos de adversidad
Tigray ha enfrentado una crisis humanitaria desde el inicio de la guerra en 2020, con conflictos entre el gobierno federal etíope, fuerzas de la región de Amhara y Eritrea, que han resultado en millones de desplazados y una devastación generalizada. En este contexto, el nacimiento del hijo de Medhin ha sido visto como un símbolo de esperanza y resiliencia. La celebración del bautizo, capturada en video, mostró a la comunidad de Mekelle reunida en un ambiente festivo, un contraste conmovedor con las noticias habituales de violencia y sufrimiento.
Medhin, según Borkena, había enfrentado décadas de infertilidad tras un embarazo fallido en la década de 1980. Su decisión de someterse a FIV en India refleja un deseo inquebrantable de ser madre, a pesar de las expectativas culturales que a menudo estigmatizan a las mujeres sin hijos en Etiopía. En muchas comunidades tradicionales, la maternidad es un pilar de identidad, y la falta de descendencia puede llevar a la exclusión social. La perseverancia de Medhin, apoyada por avances médicos, desafía estas normas y ha inspirado a muchos.
Un debate social y ético

La noticia ha generado reacciones mixtas. En redes sociales, muchos celebran el nacimiento como un milagro divino, comparándolo con la historia bíblica de Sara y Abraham. Publicaciones en Threads y TikTok (como las de Panafrikan_advocate) destacan el evento como una victoria de la fe y la medicina. Sin embargo, otros han expresado preocupaciones éticas, argumentando que un embarazo a los 76 años plantea riesgos tanto para la madre como para el niño, y que la longevidad de Medhin podría limitar el tiempo que pase con su hijo. Un comentario en Threads señaló: “Es triste pensar que el niño podría perder a su madre pronto”.
El artículo de Borkena titulado “Beyond the ‘Divine Blessing’: How Medhin Hagos’ Late Motherhood Exposes Society’s Double Standards” explora cómo el caso ha desatado debates sobre la sexualidad y la maternidad tardía. En muchas culturas, las mujeres posmenopáusicas son desexualizadas, y el hecho de que Medhin haya concebido (aunque sea por FIV) ha generado sorpresa e incluso críticas, con comentarios como: “Lo que me sorprende es que tenga relaciones a los 75 años”. Esto refleja, según el sociólogo C. Wright Mills, cómo las experiencias personales se entrelazan con normas culturales más amplias.
Implicaciones médicas y científicas
El embarazo de Medhin, logrado mediante FIV, probablemente involucró óvulos de donante y un útero preparado con terapia hormonal, un procedimiento raro pero posible en mujeres posmenopáusicas. Casos similares, como el de Erramatti Mangayamma, una mujer india que dio a luz a los 70 años en 2019, demuestran que la tecnología reproductiva puede superar barreras de edad, aunque con riesgos significativos. La clínica en India que realizó el procedimiento no ha sido identificada, pero la experiencia de ese país en FIV es reconocida mundialmente.
La ausencia de un informe médico detallado deja preguntas abiertas. Por ejemplo, no está claro si Medhin enfrentó complicaciones durante el embarazo o el parto, ni cómo se gestionaron los riesgos asociados con su edad. La afirmación de un parto natural, reportada por Borkena, es particularmente notable, ya que la mayoría de los embarazos tardíos requieren cesárea. Futuras investigaciones podrían arrojar luz sobre los protocolos médicos utilizados.
Reacciones de la comunidad
La comunidad de Tigray ha abrazado la historia de Medhin como un símbolo de vida en medio de la adversidad. Líderes religiosos, como los de la Iglesia Ortodoxa Etíope, han comparado el evento con milagros bíblicos, mientras que activistas locales lo ven como una inspiración para la reconstrucción de la región.
En X y Threads, usuarios han compartido mensajes de apoyo, con hashtags como #MiracleBaby y #IVFSuccess, aunque algunos cuestionan la responsabilidad de permitir embarazos a edades tan avanzadas.
Organizaciones internacionales, como la Ethiopian Broadcasting Corporation (EBC), han cubierto la historia, destacando su impacto emocional. Mildred Europa Taylor, de Face2Face Africa, escribió: “En un contexto de guerra y desplazamiento, la historia de Medhin ofrece un rayo de esperanza”. La comunidad global también ha respondido, con medios como Blic (Serbia) y Kurir describiendo el nacimiento como un “símbolo de que la vida puede vencer”.
Un futuro de esperanza
Embeyte Medhin Hagos y su hijo se han convertido en un faro de esperanza para Tigray y más allá. Aunque su historia plantea preguntas médicas y éticas, también celebra el poder de la determinación humana y los avances científicos. Mientras Mekelle lucha por sanar las heridas de la guerra, este nacimiento recuerda al mundo que incluso en los momentos más oscuros, la vida encuentra una manera de brillar. Felicidades, Medhin, y que tu hijo crezca en un mundo de paz.