Las ojeras persistentes son una preocupación estética común que puede hacer que te veas cansado y menos saludable, incluso si has descansado adecuadamente. Si bien factores como la genética, la falta de sueño y el estrés pueden contribuir a la aparición de ojeras, una deficiencia de nutrientes también puede desempeñar un papel clave.

Una de las vitaminas más importantes que podrías estar pasando por alto es la vitamina K, un nutriente esencial para la salud de la piel y la circulación sanguínea.
¿Por qué la vitamina K es importante para combatir las ojeras?
La vitamina K es fundamental para la coagulación de la sangre y la salud vascular. Ayuda a mejorar la circulación y a fortalecer los capilares, lo que puede reducir la apariencia de las ojeras. Cuando los capilares debajo de los ojos se debilitan o se dañan, pueden filtrar sangre y causar una decoloración visible en la piel delgada de esa área, lo que contribuye a la formación de ojeras.
Además, la vitamina K tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación alrededor de los ojos, mejorando el tono y la apariencia general de la piel. Una deficiencia de esta vitamina puede dificultar la reparación de los vasos sanguíneos y hacer que las ojeras se vuelvan más notables y persistentes.
Síntomas de deficiencia de vitamina K
Además de las ojeras persistentes, otros síntomas de una deficiencia de vitamina K incluyen:
- Sangrado excesivo o fácil aparición de hematomas
- Lenta cicatrización de heridas
- Sangrado de encías o nariz
- Heces oscuras o con sangre, que indican problemas en la coagulación
Si experimentas algunos de estos síntomas, es posible que necesites aumentar tu ingesta de vitamina K.
Cómo aumentar la vitamina K en tu dieta
Para combatir las ojeras persistentes, es importante asegurarte de obtener suficiente vitamina K a través de tu dieta. Aquí hay algunos alimentos ricos en vitamina K que puedes incorporar en tu alimentación diaria:
- Vegetales de hoja verde: Espinacas, col rizada, acelgas y brócoli son excelentes fuentes de vitamina K. Estas verduras no solo aportan esta vitamina, sino que también están cargadas de otros nutrientes beneficiosos para la piel y la salud general.
- Hierbas y especias: Perejil, cilantro y albahaca son ricos en vitamina K y pueden añadirse fácilmente a tus comidas para mejorar el contenido de nutrientes.
- Aceites vegetales: Aceite de oliva y aceite de canola son fuentes de vitamina K y grasas saludables que pueden ayudar a mejorar la absorción de la vitamina en el cuerpo.
- Coles y repollo: Incluye coles de Bruselas y repollo en tus comidas para obtener una buena dosis de vitamina K junto con otros antioxidantes.
- Pescados grasos: Algunos pescados como el salmón y la caballa no solo son ricos en ácidos grasos omega-3, sino que también contienen vitamina K.
Suplementos de vitamina K
Si te resulta difícil obtener suficiente vitamina K a través de la dieta, considera hablar con un profesional de la salud sobre la posibilidad de tomar suplementos.
Sin embargo, es importante no automedicarse, ya que la vitamina K puede interactuar con ciertos medicamentos, especialmente anticoagulantes, y debe tomarse bajo la supervisión de un médico.
Otros consejos para reducir las ojeras

- Mantén una rutina de sueño regular: Dormir entre 7 y 9 horas cada noche es crucial para la salud de la piel y para reducir la aparición de ojeras.
- Hidrata bien la piel del contorno de ojos: Usa cremas específicas que contengan ingredientes como vitamina K, retinol y ácido hialurónico para ayudar a reducir las ojeras y mejorar la textura de la piel.
- Evita frotarte los ojos: La fricción puede romper los capilares y empeorar las ojeras. Sé gentil con la piel alrededor de los ojos, especialmente al desmaquillarte.
- Mantente bien hidratado: Beber suficiente agua ayuda a mantener la piel hidratada y a reducir la retención de líquidos, que puede contribuir a la hinchazón y las ojeras.
Las ojeras persistentes pueden ser un signo de que tu cuerpo necesita más vitamina K, un nutriente crucial para la salud de los capilares y la piel.
Incorporar alimentos ricos en vitamina K y seguir una rutina de cuidado adecuada puede ayudarte a mejorar la apariencia de las ojeras y a sentirte más descansado y saludable.
Si sospechas que podrías tener una deficiencia de vitamina K, considera hablar con un profesional de la salud para evaluar tus necesidades y ajustar tu dieta en consecuencia.