Los mangos y plátanos son frutas deliciosas y nutritivas que aportan una gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra. Sin embargo, al igual que cualquier alimento fresco, su calidad puede deteriorarse con el tiempo, y consumirlos en mal estado puede representar un riesgo para la salud.
Existen ciertos cambios visibles en estas frutas que indican que ya no son aptas para el consumo, como alteraciones en la textura, el color y el olor.

A continuación, te explico las características que debes observar en mangos y plátanos para saber cuándo no es recomendable comerlos.
Mangos en mal estado: señales de advertencia
- Textura extremadamente blanda y piel arrugada Un mango excesivamente blando y con una piel muy arrugada puede estar pasado de maduración, lo que significa que su sabor, textura y calidad se han visto comprometidos. Aunque un poco de suavidad es normal en el mango maduro, cuando la fruta se siente casi “líquida” al tacto y su piel está muy arrugada, es señal de que ha comenzado a descomponerse.
- Manchas negras o moho Las manchas negras en la superficie del mango indican un proceso de oxidación y descomposición. Si, además de estas manchas, se observan zonas de moho blanco, verde o negro, es recomendable desechar la fruta de inmediato, ya que el moho puede liberar toxinas perjudiciales para la salud.
- Olor fermentado o agrio Un mango en buen estado tiene un aroma dulce y tropical. Sin embargo, si notas un olor agrio o fermentado, similar al alcohol, es una señal de que la fruta está en proceso de fermentación y descomposición. Consumir mango en estas condiciones puede provocar malestar estomacal o incluso intoxicación alimentaria.
Plátanos en mal estado: señales de advertencia
- Manchas marrones o negras extendidas por toda la cáscara y pulpa Aunque es normal que el plátano desarrolle algunas manchas marrones en la cáscara cuando está maduro, si estas manchas cubren toda la fruta y afectan también la pulpa, es probable que el plátano esté pasado y ya no sea seguro de consumir. La textura de la pulpa en estas condiciones suele ser muy blanda y poco apetecible.
- Olor fuerte y desagradable Un plátano maduro tiene un aroma dulce y característico, pero cuando empieza a descomponerse, el olor se torna fuerte y desagradable, similar al de la fermentación. Este cambio de olor indica que el plátano está en proceso de descomposición, y consumirlo puede ser perjudicial.
- Textura viscosa o presencia de moho Si al pelar el plátano encuentras una textura viscosa en la superficie de la pulpa o ves pequeñas manchas de moho, lo mejor es desecharlo. El moho puede liberar micotoxinas que son dañinas para el organismo, por lo que no se recomienda consumir plátanos en este estado.
Beneficios y usos alternativos de mangos y plátanos ligeramente maduros
Aunque el consumo directo de mangos y plátanos que muestran signos de descomposición no es recomendable, cuando estas frutas están ligeramente sobre-maduras, aún pueden aprovecharse de manera segura en ciertas preparaciones. Aquí te damos algunas ideas para reducir el desperdicio y disfrutar de los beneficios de estas frutas incluso cuando están muy maduras:
1. Batidos y smoothies
Los plátanos y mangos muy maduros tienen una textura suave y son naturalmente más dulces, lo que los convierte en ingredientes ideales para batidos y smoothies. Simplemente agrega la fruta a la licuadora junto con otras frutas, vegetales o yogur, y disfruta de una bebida refrescante. La consistencia cremosa y el sabor intenso le darán un toque especial a tu batido.
2. Repostería casera
En la repostería, los mangos y plátanos pasados de madurez son ideales para preparaciones como pan de plátano, muffins, pasteles y galletas. Estos frutos aportan dulzura y humedad, lo cual mejora la textura y el sabor de los postres sin necesidad de añadir grandes cantidades de azúcar. Además, puedes usarlos como sustitutos naturales del huevo en algunas recetas veganas.
3. Mermeladas y salsas naturales
Los mangos muy maduros pueden aprovecharse para hacer mermeladas caseras o salsas dulces que acompañen tus postres, pan o incluso platillos salados. Simplemente cocina los mangos a fuego lento con un poco de miel o azúcar, y agrega especias como canela o jengibre para darles un toque especial. Así, puedes conservar la fruta durante más tiempo y disfrutar de su sabor de manera diferente.
4. Mascarillas naturales para la piel
Tanto el mango como el plátano son ricos en vitaminas, antioxidantes y nutrientes que benefician la piel. Puedes usar plátanos y mangos muy maduros para preparar una mascarilla casera que hidrate y suavice la piel.
Solo tritura la fruta, aplícala sobre el rostro limpio y déjala actuar por 15 minutos antes de enjuagar. Esta es una manera ecológica y económica de aprovechar sus propiedades antes de desecharlos.
Consejos para evitar que los mangos y plátanos se echen a perder
Para mantener la frescura de estas frutas y evitar su deterioro, sigue estos consejos:
- Almacenamiento adecuado: Guarda los mangos y plátanos en un lugar fresco y seco. Una vez maduros, puedes conservarlos en el refrigerador para prolongar su frescura.
- Evita la exposición directa al sol: La luz solar acelera la maduración de las frutas, así que es preferible almacenarlas en un lugar sombreado.
- Compra en pequeñas cantidades: Comprar solo la cantidad de fruta que planeas consumir en los próximos días evita que se acumulen y se echen a perder rápidamente.
Estar atento a las señales de deterioro en mangos y plátanos es fundamental para evitar problemas de salud. Ante cualquier signo de descomposición o mal olor, lo mejor es desechar la fruta y optar por otras en buen estado.