Aunque el agua embotellada se percibe como una opción conveniente y segura para mantenerse hidratado, existen varios riesgos ocultos relacionados con su consumo que no siempre son conocidos.

El agua embotellada puede no ser tan segura como lo promueven
A menudo se promueve como una alternativa más pura que el agua del grifo, pero en realidad, puede representar peligros tanto para la salud como para el medio ambiente. A continuación, se exploran algunos de los riesgos asociados con el agua embotellada que pocas personas mencionan.
1. Contaminación por microplásticos
Uno de los problemas más preocupantes es la contaminación por microplásticos. Estudios recientes, como el publicado por Orb Media, han demostrado que más del 90% del agua embotellada contiene partículas de plástico microscópicas, como polietileno tereftalato (PET) y polipropileno, que pueden ser ingeridas junto con el agua. Estas partículas de plástico no solo son perjudiciales para el medio ambiente, sino que también podrían tener efectos negativos para la salud a largo plazo, ya que el cuerpo no puede procesarlas.
El consumo regular de microplásticos podría estar relacionado con problemas hormonales, daños celulares e incluso riesgos cancerígenos, aunque los estudios aún están en curso para determinar los efectos a largo plazo de su acumulación en el cuerpo humano.
2. Sustancias químicas del plástico
El plástico de las botellas de agua no solo es fuente de microplásticos, sino que también puede liberar sustancias químicas peligrosas al agua. Cuando el plástico de las botellas se expone a altas temperaturas o se almacena durante períodos prolongados, puede liberar sustancias químicas como el bisfenol A (BPA) y los ftalatos. El BPA es un disruptor endocrino, lo que significa que puede interferir con el sistema hormonal y ha sido relacionado con problemas de fertilidad, obesidad y enfermedades cardíacas.
A pesar de que muchas botellas ahora se anuncian como “libres de BPA”, eso no significa que sean completamente seguras. Existen otros compuestos plásticos, como el BPS (bisfenol S), que también pueden tener efectos adversos en el sistema endocrino.
3. Control de calidad menos estricto que el agua del grifo
Aunque muchas personas creen que el agua embotellada es más pura que el agua del grifo, esto no siempre es cierto. En muchos países, los estándares de calidad para el agua embotellada son menos estrictos que los del agua potable suministrada a través de las redes públicas. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la FDA (Food and Drug Administration) regula el agua embotellada, mientras que el agua del grifo está regulada por la EPA (Environmental Protection Agency), que impone reglas más estrictas.

Esto significa que el agua embotellada no siempre está libre de contaminantes como arsénico, nitratos u otros productos químicos. De hecho, algunas marcas de agua embotellada simplemente embotellan agua de grifo filtrada, lo que no garantiza una mayor pureza.
4. Impacto ambiental devastador
El agua embotellada también tiene un impacto ambiental significativo. Cada año, se utilizan aproximadamente 500 mil millones de botellas de plástico, muchas de las cuales terminan en vertederos o en el océano. Menos del 30% de estas botellas se reciclan, lo que contribuye enormemente a la contaminación plástica mundial.
El proceso de fabricación, llenado y transporte de agua embotellada también consume una gran cantidad de energía y recursos. De hecho, se estima que para producir una botella de plástico de 1 litro, se necesitan alrededor de 3 litros de agua. Esto no solo aumenta el desperdicio, sino que también genera una huella de carbono mucho mayor que la del agua potable del grifo.
5. Costos desproporcionados
Además de los riesgos para la salud y el medio ambiente, el agua embotellada es significativamente más costosa que el agua del grifo. En algunos países, el agua embotellada puede ser hasta 2,000 veces más cara que el agua potable de las redes públicas, lo que plantea preguntas sobre la viabilidad económica de su consumo regular. Este costo adicional no se traduce necesariamente en una mayor calidad del agua.
6. Riesgo de bacterias y mohos
El agua embotellada, especialmente si no se almacena adecuadamente, puede ser un caldo de cultivo para bacterias y mohos. Una vez que se abre una botella, las bacterias pueden comenzar a multiplicarse, especialmente si la botella se reutiliza varias veces sin lavarla adecuadamente. Aunque se cree que el agua embotellada es estéril, una vez abierta, puede ser susceptible a la contaminación bacteriana.
¿Es el agua embotellada realmente la mejor opción?
Si bien el agua embotellada puede parecer una opción segura y conveniente, los riesgos asociados con su consumo regular deberían hacer que reconsideres su uso. Los microplásticos, las sustancias químicas del plástico, la falta de control de calidad en comparación con el agua del grifo y el impacto ambiental hacen que sea una opción mucho menos ideal de lo que a menudo se promociona.
Optar por alternativas más sostenibles y seguras, como un filtro de agua para el grifo o el uso de botellas reutilizables, no solo puede proteger tu salud, sino también reducir tu huella ecológica.