Lejos de ella | Una película que retrata el amor y la enfermedad, al mismo tiempo

¡”Lejos de ella” de Sarah Polley, una obra que te sumerge en las profundidades de las relaciones y los desafíos del envejecimiento con una sensibilidad y honestidad que te deja con un nudo en la garganta y el corazón latiendo al ritmo de la vida.

La trama se teje con elegancia y cuidado, centrándose en la historia de Fiona, interpretada magistralmente por Julie Christie, una mujer que enfrenta el desafiante camino del Alzheimer.

La película no solo explora la impactante realidad de la enfermedad, sino que también teje una narrativa rica en flashbacks que revelan los matices y la complejidad de la relación de Fiona con su esposo, Grant, interpretado por el talentoso Gordon Pinsent.

El tono de la película es melancólico pero hermoso, capturando la esencia de la vida que sigue su curso incluso cuando enfrentamos la pérdida y la inevitabilidad del tiempo.

La dirección de Polley es exquisita, mostrando un profundo entendimiento de la fragilidad de la memoria y la importancia de aferrarse a los momentos preciosos.

Las actuaciones son un punto culminante, especialmente la de Julie Christie, quien encapsula la vulnerabilidad y la dignidad de su personaje de una manera que te deja sin aliento.

Gordon Pinsent complementa perfectamente con una actuación llena de matices y empatía. La química entre los dos actores es palpable, transmitiendo una conexión que trasciende las palabras.

La partitura musical, a cargo de Jonathan Goldsmith, es delicada y emotiva, elevando las escenas clave de la película sin sobrecargarlas. La cinematografía de Luc Montpellier crea una atmósfera íntima y conmovedora, capturando la belleza de los paisajes y la complejidad de las emociones humanas.

El diseño de producción es sutil pero efectivo, reflejando la transición del presente al pasado de manera coherente y evocadora. Los efectos especiales, aunque no son el foco, contribuyen a la autenticidad de la historia, sin caer en excesos innecesarios.

La edición y el ritmo de la película son impecables, permitiendo que la historia se desenvuelva de manera natural y envolvente. Cada escena parece cuidadosamente seleccionada para resaltar los momentos más conmovedores y reflexivos.

El diálogo es genuino y poderoso, capturando la esencia de las conversaciones que surgen cuando enfrentamos la pérdida y la inevitable despedida. La película se sumerge en el corazón de la comunicación humana, mostrando cómo las palabras pueden ser tanto un puente como un abismo.

Lo que realmente resuena en “Lejos de ella” es su capacidad para tocar las fibras más profundas de la experiencia humana. Te hace sentir la fragilidad de la vida, la belleza de los recuerdos y la importancia de vivir plenamente, incluso cuando enfrentamos la pérdida.

Es una película que se queda contigo mucho después de que terminan los créditos, recordándote la importancia de la empatía y la conexión en medio de la inevitable fragilidad de la existencia.

En resumen, “Lejos de ella” es una obra maestra que aborda la temática del envejecimiento y la pérdida con una gracia y autenticidad que la elevan a un nivel excepcional en el panorama cinematográfico. Es una experiencia emotiva y reflexiva que te invita a abrazar la complejidad de la vida y las relaciones, incluso cuando enfrentamos las sombras del olvido.