El hígado graso, o esteatosis hepática, es una condición cada vez más común que se caracteriza por la acumulación de grasa en las células del hígado. Esta condición puede tener diversas causas, incluyendo el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la diabetes tipo 2 y un estilo de vida sedentario.

En personas con hígado graso, el tratamiento principal suele enfocarse en cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y la mejora de la dieta. Sin embargo, una pregunta frecuente es si el consumo de café puede influir en la salud del hígado, especialmente en aquellos que ya tienen esta afección.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso se presenta en dos formas principales: la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) y la enfermedad del hígado graso alcohólico (AFLD).
En la NAFLD, la acumulación de grasa no está relacionada con el consumo de alcohol, mientras que en la AFLD, el consumo excesivo de alcohol es el principal culpable. La NAFLD es una de las enfermedades hepáticas más comunes en el mundo y se considera la manifestación hepática del síndrome metabólico, que incluye obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión y dislipidemia.
La progresión del hígado graso puede llevar a condiciones más graves, como la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), fibrosis hepática, cirrosis, e incluso cáncer de hígado. Por esta razón, es crucial manejar y tratar el hígado graso de manera efectiva para prevenir complicaciones a largo plazo.
El papel del café en la salud hepática
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y ha sido objeto de numerosos estudios por sus potenciales beneficios para la salud.
Contiene una variedad de compuestos bioactivos, incluidos antioxidantes, polifenoles, cafeína y ácidos clorogénicos, que han mostrado tener efectos positivos en diversos aspectos de la salud, incluyendo la salud hepática.
Beneficios del café para personas con hígado graso

¿El café, entonces, puede beneficiar a personas que tienen problemas de hígado graso? Veamos a continuación en detalles que nos ofrece la información de fuentes médicas y confiables.
- Reducción de la acumulación de grasa en el hígado: Estudios han demostrado que el consumo regular de café puede estar asociado con una menor acumulación de grasa en el hígado. Los compuestos presentes en el café, como la cafeína y los ácidos clorogénicos, pueden mejorar el metabolismo de los lípidos y reducir la resistencia a la insulina, dos factores clave en el desarrollo del hígado graso.
- Mejoría en los marcadores hepáticos: La ingesta de café ha mostrado correlaciones con niveles más bajos de enzimas hepáticas como la alanina aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST), que son indicadores de daño hepático. Esto sugiere que el café puede tener un efecto protector sobre el hígado al reducir la inflamación y el daño celular.
- Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias: El café es rico en antioxidantes, que ayudan a combatir el daño oxidativo en las células hepáticas. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden ser beneficiosas para reducir la inflamación hepática, un factor que contribuye a la progresión de la NAFLD a NASH.
- Reducción del riesgo de fibrosis y cirrosis: Algunos estudios indican que los bebedores de café tienen un menor riesgo de desarrollar fibrosis avanzada y cirrosis hepática. Esto es particularmente relevante para personas con hígado graso, ya que la fibrosis representa un paso crítico en la progresión hacia condiciones hepáticas más serias.
Consideraciones y precauciones
- Cantidad recomendada: Aunque el café puede tener beneficios, es importante consumirlo con moderación. La mayoría de los estudios sugieren que 2-3 tazas al día pueden ser beneficiosas, pero exceder esta cantidad podría llevar a efectos secundarios como insomnio, ansiedad, o problemas gastrointestinales.
- Tipo de café: Es preferible optar por café negro o con leche baja en grasa. Evitar el uso excesivo de azúcar, cremas, o edulcorantes artificiales, que podrían contrarrestar los beneficios del café y contribuir al aumento de calorías y azúcares en la dieta.
- Respuesta individual: No todas las personas responden igual al consumo de café. Algunas pueden experimentar molestias como acidez, taquicardia, o hipertensión. Además, el café puede interactuar con ciertos medicamentos, por lo que es aconsejable consultar con un médico antes de aumentar su consumo si se tienen condiciones de salud preexistentes.
¿Qué dice la ciencia?
Estudios epidemiológicos y de cohortes han explorado la relación entre el consumo de café y la salud hepática. Un metaanálisis de varios estudios observacionales encontró que el consumo de café se asocia con un menor riesgo de fibrosis y cirrosis en pacientes con NAFLD.
Otro estudio publicado en el Journal of Hepatology sugirió que la cafeína puede actuar como un antagonista del receptor de adenosina, lo que contribuye a la reducción de la fibrosis hepática.

En un estudio realizado en Italia, se encontró que los pacientes con NAFLD que consumían más café tenían una menor prevalencia de fibrosis avanzada. Estos hallazgos apoyan la hipótesis de que el café no solo reduce la grasa hepática, sino que también puede prevenir la progresión a condiciones hepáticas más graves.
Conclusiones
El consumo de café puede ser beneficioso para personas con hígado graso, especialmente en la NAFLD, debido a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y a su capacidad para mejorar los marcadores hepáticos. Sin embargo, es crucial recordar que el café no es una cura para el hígado graso y debe considerarse como parte de un enfoque integral que incluya una dieta saludable, ejercicio regular, y control del peso.
Como siempre, cualquier cambio en la dieta o estilo de vida debe discutirse con un profesional de la salud para asegurarse de que sea seguro y apropiado para la situación individual del paciente.