Recientemente, la prestigiosa revista científica Nature Medicine ha publicado un estudio que ha generado gran conmoción en la comunidad médica y científica internacional. Esta investigación revela nuevos hallazgos sobre la enfermedad de Alzheimer, destacando la posibilidad de su transmisión en determinadas circunstancias, lo que coloca a la demencia en el centro del debate académico actual.

El Alzheimer: una enfermedad más compleja de lo que se pensaba
El Alzheimer, ampliamente conocido como una de las formas más comunes de demencia, se desarrolla esporádicamente en adultos mayores y afecta sus capacidades cognitivas de manera progresiva.
Sin embargo, un descubrimiento reciente ha añadido una nueva dimensión a nuestra comprensión de esta enfermedad: su posible transmisibilidad en ciertos contextos.
Evidencia científica de la transmisión del Alzheimer
El estudio publicado en Nature Medicine detalla cómo la enfermedad de Alzheimer podría ser transmisible, particularmente a través de ciertos procedimientos médicos. Según los investigadores, existen pruebas que indican que la patología beta-amiloide (A), una de las características distintivas del Alzheimer, podría ser adquirida mediante tratamientos médicos específicos, como la hormona de crecimiento pituitaria derivada de cadáveres (c-hGH) contaminada con priones.
Estos hallazgos sugieren que la enfermedad de Alzheimer comparte características con las enfermedades priónicas convencionales, que se manifiestan a través de formas esporádicas, hereditarias y adquiridas. En el estudio, los casos identificados involucraban a individuos menores de 55 años, lo que representa los primeros casos de transmisión humana de beta-amiloide a través de tratamientos médicos.
Detalles del estudio y sus implicaciones
Los receptores de c-hGH, expuestos a este tratamiento en la infancia, no solo desarrollaron la enfermedad iatrogénica de Creutzfeldt-Jakob (iCJD), sino que también presentaron depósitos de beta-amiloide en sus cerebros, lo cual es un sello distintivo del Alzheimer. Además, investigaciones adicionales demostraron que los lotes contaminados de c-hGH podían transmitir esta patología a ratones, reforzando la hipótesis de la transmisión.
Algunos de los receptores desarrollaron demencia y mostraron biomarcadores similares a los del Alzheimer, sugiriendo formas iatrogénicas de la enfermedad que pueden presentarse tanto de inicio temprano como tardío.
Aunque estos casos de transmisión son inusuales y parecen estar limitados a contextos médicos específicos, el estudio subraya la necesidad de revisar y fortalecer las medidas de seguridad para prevenir posibles transmisiones accidentales en otros procedimientos médicos y quirúrgicos.
Implicaciones más allá de los casos documentados
El informe de Nature Medicine también explora la posibilidad de que las formas de Alzheimer adquiridas de manera ambiental puedan existir, aunque esto aún requiere más investigación. La evidencia de la transmisión iatrogénica de beta-amiloide en humanos ha sido documentada en varias ocasiones, y en algunos casos, ha resultado en accidentes cerebrovasculares de inicio temprano.
Factores y causas sin vínculos directos con el Alzheimer
El estudio aborda otras posibles causas del deterioro cognitivo observado en pacientes tratados con hormona de crecimiento contaminada y expuestos a radioterapia. Los investigadores descartaron la discapacidad intelectual infantil como una causa principal y no encontraron una conexión clara entre la deficiencia de hormona del crecimiento o la radioterapia y el desarrollo de Alzheimer.
Aunque la radioterapia se ha asociado con depósitos de beta-amiloide, este fenómeno es visto como una respuesta aguda a la lesión y no como una causa directa de la enfermedad de Alzheimer. Esto subraya la complejidad en la identificación de las causas subyacentes del deterioro cognitivo en estos casos, y la falta de una asociación evidente entre las variables estudiadas y la enfermedad.
¿Cómo se transmite el Alzheimer?
Los resultados del estudio sugieren que la transmisión iatrogénica del Alzheimer puede ocurrir a través de tratamientos médicos específicos, como aquellos con hormonas de crecimiento contaminadas con semillas de beta-amiloide.
Los casos documentados presentaron fenotipos diferentes a las formas comunes y hereditarias del Alzheimer, lo que sugiere que distintas cepas de beta-amiloide pueden influir en la diversidad de manifestaciones clínicas de la enfermedad.
A pesar de que estos casos de transmisión son extremadamente raros, el estudio destaca la importancia de implementar medidas preventivas más estrictas en los procedimientos médicos para evitar cualquier posibilidad de transmisión accidental. Estos hallazgos no solo replantean nuestras ideas sobre la patogénesis del Alzheimer, sino que también abren nuevas vías para posibles estrategias terapéuticas enfocadas en las patologías relacionadas con beta-amiloide.
El descubrimiento de estas formas de transmisión del Alzheimer representa un avance significativo en la comprensión de esta enfermedad y subraya la necesidad de una vigilancia continua y medidas de prevención en la práctica médica.
Fuente: Nature Medicine