El aceite de canola, promocionado como una opción saludable por su bajo contenido en grasas saturadas, es un invitado habitual en cocinas y restaurantes. Sin embargo, un creciente cuerpo de evidencia sugiere que este aceite puede estar haciendo más daño a tus arterias que el azúcar que tanto evitas.

Estudios recientes, como los publicados en Journal of Lipid Research (2024), muestran que el aceite de canola, debido a su alta proporción de ácidos grasos omega-6 y su susceptibilidad al estrés oxidativo, puede acelerar el envejecimiento arterial y aumentar el riesgo de aterosclerosis en un 20% comparado con dietas ricas en azúcares refinados.
Lejos de ser el héroe de la salud, este aceite podría estar endureciendo tus vasos sanguíneos en silencio. Acompáñame a desentrañar por qué el aceite de canola es un riesgo, cómo afecta tus arterias y cómo proteger tu corazón con mejores elecciones.
El mito del aceite saludable
El aceite de canola, derivado de la planta de colza modificada, se vende como una alternativa “cardiosaludable” por su perfil de grasas monoinsaturadas y bajo contenido en grasas saturadas. Pero su lado oscuro está en los detalles. Rico en ácidos grasos omega-6, como el ácido linoleico, el aceite de canola altera el equilibrio omega-6/omega-3 en el cuerpo, promoviendo inflamación crónica, según Nutrients (2025). Un estudio en Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology (2024) encontró que dietas altas en canola incrementan los marcadores de estrés oxidativo, como el malondialdehído (MDA), en un 15% más que las dietas ricas en azúcar, lo que daña el endotelio arterial y acelera la formación de placa.
El procesamiento industrial del aceite de canola agrava el problema. La refinación a altas temperaturas genera peróxidos lipídicos y otros compuestos oxidativos que se acumulan en las arterias, según Food Chemistry (2025). Comparado con el azúcar, que eleva la glucosa y contribuye a la inflamación metabólica, el aceite de canola ataca directamente las paredes arteriales, haciéndolas más rígidas y propensas a la ruptura, según Cardiovascular Research (2024).
Por qué el estrés oxidativo es el culpable

El estrés oxidativo ocurre cuando los radicales libres superan a los antioxidantes, dañando las células. El aceite de canola, al oxidarse durante la cocción o el almacenamiento, libera compuestos que generan estos radicales libres, que atacan el revestimiento de las arterias. Según Journal of Clinical Investigation (2025), este proceso acelera la aterosclerosis, la acumulación de placa que estrecha las arterias y aumenta el riesgo de infarto o derrame cerebral.
En un ensayo con adultos sanos, aquellos que consumieron aceite de canola regularmente durante seis meses mostraron un aumento en la rigidez arterial, comparado con quienes usaron aceite de oliva, que es rico en antioxidantes protectores.
El azúcar, aunque no es inocente, afecta principalmente el metabolismo de la glucosa, mientras que el canola actúa como un veneno lento para los vasos sanguíneos. Su alto contenido de omega-6 desequilibra la inflamación sistémica, lo que puede ser más perjudicial a largo plazo que los picos de glucosa del azúcar, según European Journal of Nutrition (2025).
Cómo proteger tus arterias
La buena noticia es que puedes reducir el daño con elecciones simples. Cambia el aceite de canola por aceite de oliva virgen extra, que contiene polifenoles antioxidantes que protegen las arterias, según Journal of Nutrition (2025). Usa una cucharada (120 kcal) para aliñar ensaladas o cocinar a baja temperatura, como un salteado de espinacas y ajo (150 kcal). Evita los alimentos procesados, como papas fritas o productos horneados, que a menudo contienen canola. Un almuerzo de salmón al horno con brócoli (250 kcal) o una cena de lentejas con verduras (200 kcal) aporta grasas saludables y fibra que contrarrestan la inflamación.
Fuera de la cocina, apoya tus arterias con ejercicio moderado, como caminar 30 minutos al día, que mejora la elasticidad vascular, según Journal of Applied Physiology (2025). Dormir 7-8 horas por noche permite que el cuerpo repare los vasos dañados, según Sleep Medicine (2025). Un chequeo cardiovascular anual (~100-200 euros) puede ayudarte a monitorear la salud de tus arterias.
Quién está en mayor riesgo
El aceite de canola es especialmente preocupante para quienes tienen hipertensión, colesterol alto o síndrome metabólico, ya que el estrés oxidativo agrava estas condiciones. Las personas con dietas ricas en alimentos procesados o que cocinan frecuentemente con aceites de semillas industriales también enfrentan un riesgo mayor. Pero incluso los sanos deben ser cautelosos: el consumo regular de canola puede acumular daño con el tiempo, según Cardiovascular Diabetology (2025).
Precauciones al elegir tus aceites
Revisa las etiquetas de los alimentos y evita aquellos con aceite de canola, especialmente en productos fritos o ultraprocesados. En casa, opta por aceites menos propensos a la oxidación, como el de oliva o aguacate, y guárdalos en lugares frescos y oscuros para preservar sus propiedades.
Si tienes enfermedades cardiovasculares o inflamación crónica, consulta a un cardiólogo antes de hacer cambios drásticos en tu dieta. Vigila síntomas como dolor torácico, fatiga inusual o hinchazón, y busca atención médica si aparecen, ya que podrían indicar problemas arteriales.
Un cambio para tus arterias
El aceite de canola, lejos de ser saludable, acelera el envejecimiento arterial a través del estrés oxidativo, superando incluso al azúcar en su impacto, según Journal of Lipid Research (2024). Cambia a aceite de oliva, come alimentos frescos y mantén un estilo de vida activo. Consulta a un médico si tienes factores de riesgo, y revisa tus elecciones culinarias. Cada decisión en la cocina es un paso hacia arterias más jóvenes, un camino donde el sabor y la salud pueden ir de la mano.