Alerta por el calentamiento del Pacífico: huracanes más intensos amenazan en 2025

El océano Pacífico, uno de los motores climáticos más poderosos del planeta, está experimentando un aumento alarmante en la temperatura de sus aguas, un fenómeno que, según expertos, podría desencadenar huracanes más catastróficos en la temporada de 2025.

Este calentamiento, impulsado por el cambio climático y condiciones atmosféricas atípicas, está generando preocupación en regiones costeras, especialmente en México, donde estados como Guerrero, Oaxaca y Baja California Sur enfrentan un riesgo elevado. ¿Qué significa este escenario para el futuro inmediato? A continuación, exploramos las causas, los pronósticos y las medidas de preparación necesarias para enfrentar esta amenaza creciente.

El calentamiento del Pacífico: un combustible para huracanes

Temperaturas oceánicas récord

El Pacífico oriental y central ha registrado temperaturas superficiales del mar significativamente más altas de lo normal en los últimos años, un fenómeno exacerbado por el cambio climático. En 2024, las aguas del Pacífico mexicano alcanzaron valores que superaron los 26 °C necesarios para la formación de ciclones tropicales, y los modelos del Centro Europeo de Predicción (ECMWF) sugieren que esta tendencia continuará en 2025.

Las aguas más cálidas proporcionan más energía para los huracanes, permitiendo una rápida intensificación y la formación de tormentas de mayor categoría en la escala Saffir-Simpson.

El huracán Otis, que devastó Acapulco en octubre de 2023 como un huracán de categoría 5, es un ejemplo reciente de cómo el calentamiento oceánico puede transformar una tormenta en un fenómeno destructivo en cuestión de horas. Este evento, que dejó pérdidas estimadas en miles de millones de pesos, sirve como recordatorio de la vulnerabilidad de las costas mexicanas.

La influencia de la neutralidad climática

A diferencia de años anteriores, donde fenómenos como El Niño o La Niña definían la actividad ciclónica, 2025 se espera que transcurra en una fase neutra, sin la influencia dominante de estos patrones. Sin embargo, esta neutralidad, combinada con el calentamiento del mar, crea un entorno propicio para huracanes más intensos. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, la ausencia de El Niño, que suele suprimir la actividad en el Pacífico, podría resultar en una temporada más activa de lo habitual.

La Niña, que estuvo activa hasta principios de 2025, ha contribuido a tormentas más violentas en el continente americano, pero su disipación no garantiza un alivio. El calentamiento global está alterando los patrones tradicionales, haciendo que los huracanes sean más impredecibles y destructivos, incluso en ausencia de fenómenos climáticos extremos.

Pronósticos para la temporada de huracanes 2025

Una temporada potencialmente activa

El SMN y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han pronosticado una temporada de huracanes activa en el Pacífico, que inicia oficialmente el 15 de mayo y concluye el 30 de noviembre de 2025. Los modelos preliminares sugieren la formación de 16 sistemas tropicales en el Pacífico, superando el promedio histórico de 15. De estos, se espera que:

  • 8 a 9 sean tormentas tropicales.
  • 4 a 5 alcancen categorías 1 o 2.
  • 3 a 4 se conviertan en huracanes mayores (categorías 3, 4 o 5).

Estos pronósticos, respaldados por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) y el ECMWF, indican que estados como Guerrero, Oaxaca, Colima, Sinaloa y Baja California Sur enfrentarán un riesgo elevado debido a su exposición a los ciclones del Pacífico.

Lecciones de 2024: una temporada menos activa, pero reveladora

La temporada de huracanes en el Pacífico de 2024 fue la menos activa desde 2011, con solo 15 ciclones tropicales, de los cuales 14 se convirtieron en tormentas con nombre, 5 en huracanes y 3 en huracanes mayores. Sin embargo, tormentas como el huracán Kristy, que alcanzó la categoría 5 con vientos de 260 km/h, demostraron el potencial destructivo de los sistemas que logran formarse en aguas cálidas. Kristy, aunque no tocó tierra, destacó la capacidad de los huracanes para intensificarse rápidamente en condiciones favorables.

La tormenta tropical Hone y el huracán Gilma también dejaron lecciones importantes, mostrando cómo las aguas moderadamente cálidas pueden sostener sistemas intensos incluso en una temporada tranquila. Estos eventos refuerzan la necesidad de prepararse para huracanes más potentes en 2025, especialmente en un contexto de temperaturas oceánicas en aumento.

Impactos esperados y zonas de riesgo

México: un país vulnerable

México, por su ubicación geográfica entre el Pacífico y el Atlántico, es uno de los países más expuestos a ciclones tropicales. En el Pacífico, los estados más vulnerables incluyen:

  • Guerrero y Oaxaca: Sus costas fueron devastadas por Otis en 2023, y la falta de infraestructura resiliente aumenta el riesgo de daños.
  • Baja California Sur: Aunque menos frecuente, los huracanes que alcanzan esta región pueden causar inundaciones y deslaves.
  • Sinaloa y Colima: Sus comunidades costeras enfrentan amenazas de marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales.

Factores como la pobreza y la falta de planes de contingencia agravan la vulnerabilidad, especialmente en comunidades rurales donde las inundaciones y deslizamientos de tierra son comunes durante la temporada de huracanes.

Impactos más allá de México

El calentamiento del Pacífico también afecta a otras regiones. Hawái, por ejemplo, experimentó el impacto del huracán Hone en 2024, que alcanzó la categoría 1 y causó daños significativos. En Centroamérica, países como Guatemala y Honduras enfrentan riesgos de inundaciones severas debido a los efectos indirectos de los ciclones. El aumento del nivel del mar, impulsado por el derretimiento de glaciares, empeora las marejadas ciclónicas, haciendo que los huracanes de 2025 sean más destructivos que en décadas pasadas.

La ciencia detrás de huracanes más destructivos

Rápida intensificación: un peligro creciente

Uno de los fenómenos más preocupantes es la rápida intensificación, donde un huracán aumenta su fuerza en pocas horas. El huracán Otis, que pasó de tormenta tropical a categoría 5 en menos de 24 horas, es un caso emblemático. Este comportamiento está ligado a:

  • Aguas más cálidas: Proporcionan más energía para la convección y el fortalecimiento del huracán.
  • Aire más húmedo: El calentamiento global permite que la atmósfera retenga más vapor de agua, intensificando las lluvias.
  • Cizalladura del viento variable: En 2025, la ausencia de fuertes vientos verticales en el Pacífico podría facilitar la organización de tormentas.

Un estudio reciente propone incluso la creación de una categoría 6 para huracanes con vientos superiores a 309 km/h, reflejando la necesidad de actualizar los sistemas de clasificación ante tormentas sin precedentes.

El cambio climático como catalizador

El cambio climático no solo calienta los océanos, sino que también altera los patrones de viento y las corrientes marinas. **Las tormentas desystematically generated by the search results.